Para una fragancia floriental afrutada, creada por las perfumistas Sophie Labbé y Juliette Karagueuzoglou, hacía falta una imagen potente. A un mismo tiempo sofisticada y romántica.
En cuanto los responsables de la marca tuvieron claro este brief, enseguida pensaron en la guapísima top model Andreea Diaconu, para que interpretase a una mujer segura de sí, con un puntín de descaro, pero que conservase un corazón romántico.
El fotógrafo responsable de haber sabido transmitir el estilo sofisticado y lleno de encanto de esta signorina chic y elegante ha sido el gran Mario Sorrenti, quien eligió para el shooting la imponente Costa de Amalfi.
Ci voleva! qué dirían nuestros vecinos italianos, porque el frasco de Signorina es tan bonito y elegante que recuerda a un precioso joyero, tan cuadradote y con ese icónico lazo de grogrén en color rosa. El packaging también no puede ser más sutil pues la textura de su cartón recuerda también a la cinta del icónico lazo Vara.
En cuanto a la fragancia, no ha cambiado, sigue siendo fiel a esas chispeantes notas de grosella especiada con pimienta rosa fresca con acordes de jazmín fresco, peonía y rosa.
Una fragancia que es la mejor manifestación de la distinguida elegancia de la que suelen hacer gala las mujeres italianas. Aviso: ¡Signorina Eau de Parfum puede provocar una inesperada adicción! Precio: 94,30 euros, 100 ml
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