Hay rostros que además de ser bellos transmiten sin necesidad de seguir un estandar, algo que las portadas vienen mostrando más a menudo de un tiempo hacia acá, al menos desde que las modelos dejaron de ser la únicas protagonistas de estas publicaciones.
Marion Cotillard es un claro ejemplo, protagonizando la nueva portada de Vogue Paris con una mirada tierna, profunda, fuerte… que han sabido dramatizar con un maquillaje intenso, un smoke eyes y sombra plateada para aportar esa increíble luz.
En cambio sus labios en un rosa palo matificado de la misma tonalidad que las mejillas contrasta con el toque de sofisticación que le aportan esas uñas burdeos de una forma ovalada. ¿Qué os parece?
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