Nunca es demasiado tarde. No importa si has mantenido bien tu piel con cuidados cosméticos o si la tienes fatal. Puede que no le hayas prestado la atención que merece o acabes de pasar por una mala época y se refleje en tu rostro. La limpieza de cutis es necesaria, ¡empieza ya!
Algunas personas creen que si no se han cuidado hasta ahora, tienen arrugas, sequedad, deshidratación y toda la lista de signos visibles de envejecimiento cutáneo, ya no pueden hacer nada. Y es un gran error. Se es veinteañera una sola vez en la vida pero mejorar el aspecto de la piel es posible y los resultados van a sorprenderte.
Una primera limpieza de cutis podría ser el comienzo de tus cuidados cosméticos, el inicio de una nueva tú. Cuando acudas al centro de belleza que hayas elegido, la esteticista te hará preguntas para darte el servicio más adecuado a tus necesidades. No importa si tienes 35 o 60 años: lo importante es que has empezado a cuidarte.
El resultado de la primera limpieza de cutis, especialmente si tu piel no ha recibido cuidados, suele ser positivamente visible. El paso del exfoliante facial y la mascarilla con ampolla (sólo se consiguen en centros profesionales) son reveladores de una piel renovada y colmada.
La ventaja no es solamente el día que recibes la limpieza sino los días posteriores. Tu piel se ha sacado de encima las células muertas que impermeabilizaban la capa cornea, se ha nutrido intensamente y será más fuerte frente a las agresiones externas.
A partir de ahí, adopta la rutina cosmética que más se adapte a tus necesidades para ayudar a mantener el beneficio obtenido. Pídele a la esteticista que te explique el tipo de piel que tienes y utiliza los cosméticos básicos a diario.
Que no te mareen con una docena de productos si piensas que no los vas a utilizar. Empezar una rutina cosmética debe ser algo sencillo que no te cueste realizar cada día. Esos 10-15 minutos mañana y noche son nuevos para tí, ves poco a poco introduciendo los extras como un suero o un contorno de ojos.
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