A veces los métodos más evidentes y fáciles nos pasan desapercibidos. ¿Sabes cuáles son los puntos de deshidratación de tu rostro?. Aquellas zonas que, por la razón que sea, necesitan más aporte de hidratante.
Aunque el único método que realmente funciona para una piel deshidratada (que no quiere decir seca) es beber agua, el aporte externo de una cosmética hidratante ayuda mucho.
Hazte una mascarilla hidratante bien gruesa y déjala aplicada al menos 15 minutos o más.
Siempre hay zonas en las que queda más producto que otras. En mi caso, en las mejillas suele quedar crema mientras que la frente y sienes ya lo han absorbido todo. Esos son mis puntos débiles de deshidratación y procuro cuidarlos más.
No está de menos llevar un tubo pequeño de hidratante o una muestra en el bolso y, durante el día, aplicar un par o tres de veces algo de hidratante en esas zonas. Si las mimas repetidamente, la piel lo agradecerá y tú la sentirás más confortable, sin tirantez. Especialmente ahora con el frío invernal.
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