Nadie se salvó en los 80. O conoces a alguien que se hizo la permanente o fuiste tú la atrevida que se lanzó y se llenó la cabeza de rizos. Al más puro estilo Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally, aunque nunca salía tan bien. La permanente es la responsable de muchos de los desastres capilares de hace tres décadas, pero eso no ha impedido que vuelva a nuestras vidas. ¿Pensando en probar el look rizado? Toma nota de estos consejos e inspírate con los mejores resultados.
En estos momentos vivimos una etapa dorada para el pelo. De la misma forma que la moda está tratando de celebrar la diversidad de cuerpos, lo mismo ocurre con las melenas, naturales y salvajes como nunca. Llevamos desde 1999 intentando plancharnos el pelo con tratamientos definitivos, queratina, alisado brasileño y hasta vodka en nuestro pelo. Y ahora, de repente, el mundo capilar se rebela y decide que lo que quiere son rizos a lo loco.
Antes de correr a la peluquería y hacerte una permanente, hay algunas cosas que debes saber y que te vendrán de lujo a la hora de decidir el tipo de rizo que buscas. Porque no, no todos los rizos quedan bien a todos los rostros. ¡Evitemos caer en el error de hacernos un afro como en los 80!
El tamaño lo es todo
Debemos eliminar de nuestra mente la imagen de los bigudís apretados que parecían salir disparados de nuestra cabeza. Los rizos pueden ser de diferentes tamaños, desde tirabuzones hasta ondas leves con movimiento.
La perfección no es tendencia
Los rizos naturales tienen diferentes formas, giros y tamaños. Unos mechones se rizan a la perfección y otros quedan más lisos, y en esta imperfección está la belleza. Tenlo en cuenta cuando te hagas la permanente, no acabes como Justin Timberlake en los 90.
Tratamientos capilares
La permanente es, como cualquier modificación de la melena natural, un tratamiento agresivo que seca muchísimo el cabello. Por eso hay que cuidarlo de forma extra, con mascarillas hidratantes y mucha atención a las puntas.
Lleva contigo fotos de referencia
Todas hemos estado en la misma situación: por mucho que expliques al peluquero lo que quieres de viva voz, él o ella entenderán lo que puedan y harán lo que crean. Por eso es esencial llevar contigo fotos de permanentes que te gusten, para poder enseñar a tu estilista lo que quieres de verdad. Una imagen vale más que mil palabras, y te ahorrarás muchos disgustos.
Fotos | @rachelteetyler, @_julianamaria_, @aboutcurls, @kat_in_nyc, @vashtie, @frederikkesofie.
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