A la hora de ser constantes en nuestras rutinas cosméticas, no siempre podemos mantener el mismo nivel. Aunque tengamos todos los productos en casa y seamos aficionadas a los cuidados de belleza, puede faltan la motivación o el tiempo. El cambio de estación, un ritmo de trabajo distinto o un problema personal pueden acabar con esa constancia tan importante para obtener resultados.
No pasa nada por cambiar nuestros hábitos: mucho mejor reorganizarnos y cambiarlos que querer seguir en piloto automático y realizar la rutina a medias. Se pierde eficacia, resultados y dinero invertido en cosmética.
Si empiezas a olvidarte el contorno de ojos por las mañanas o te da tanta pereza aplicarte el tratamiento de noche que los utilizas sólo a veces, párate a pensar y decide cuándo estarás más motivada: de día o de noche. Sea cual sea tu decisión, ese momento de tu jornada será cuando realices la rutina cosmética más completa. Si hace falta, trasládala: cambia a la mañana o a la noche.
Cuando nos falta tiempo
Si el problema es literalmente la falta de tiempo, analiza si puedes reducir la aplicación de algún producto. Cuando se te termine el serum será mejor hacer un paréntesis un par de meses y dejar este plus de lado en beneficio de la constancia de lo más básico. Ya te organizarás mejor en breve.
Puedes reducir tarros y gestos con un desmaquillante 2 en 1. Existen en el mercado cantidad de estos productos que, a menos que tu maquillaje sea muy completo, te sirven como limpiador y tónico a la vez. Es el momento de usarlos.
Como es posible que con una agenda muy apretada llegues cansada o estresada a casa, manténte firme en los pasos básicos (limpieza adecuada y tratamiento único) y no te lo tomes como una obligación. Nunca debería ser una obligación: ten presente que lo haces por tí, porque te lo mereces y debe ser un momento privado en el que estás ocupándote de tí misma. Si hace falta, cierra el pestillo del cuarto de baño y cuelga en el picaporte exterior: no molesten.
Cuando estamos desmotivadas
Por otra parte, a veces no es cuestión de ese precioso tiempo que nos falta sino un problema de motivación personal. Razones en esta vida de locos, hay a montones y sea cual sea la tuya, tienes derecho a un descanso. Incluso de tu rutina cosmética. Si hay que reducir los cuidados extras, pues se reducen y te costará mucho menos mantener esa regularidad.
Puedes pasarte por una temporada de la crema especial para el cuello o el roll-on contorno de ojos si eso va a facilitarte el hecho de ponerte a cumplir con tu rutina básica. Escoje bien tus cosméticos básicos: no deben gustarte, deben encartarte. Si la chispa de la constancia llega con producto nuevo, cómprate uno.
La aromaterapia tiene un plus motivador
¿Te gusta la aromaterapia? La hay vitalizante, calmante, relajante, ... Existen muchos tónicos y tratamientos que ofrecen ese plus para los sentidos. La crema de noche con aroma relajante (lavanda, pino) o de día vivificante (cítricos, frutas del bosque) pueden hacer de ese momento de belleza un punto de partida positivo para ir al trabajo o conciliar mejor el sueño.
Todavía me queda tónico Éclat du Jour de Clarins y es un gesto agradable y refrescante cada mañana: activa mi chip diurno. Utilicé hace años a Crème de Rêves de Payot y su aroma relajante y su textura fundente activaban el nocturno: se acabó el trabajo, hora de descansar.
Fotos | Anna Gay, Moriza, studio-d
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