Cuando vamos a la peluquería, parece que nuestro cabello se mantiene más tiempo limpio. Por una parte, nos pasamos menos las manos por el peinado y, por otra, el ritual del lavado es mucho más completo por parte de la peluquera. Si no sobra espuma al enjuagarte, vuelve a enjabonarte otra vez con champú, especialmente si tienes el cuero cabelludo graso.
El champú es el que hace que la suciedad y el exceso de sebo se despegue del cuero cabelludo y del cabello, se vuelva hidrófilo y se vaya junto al agua por el desagüe. La espuma que vemos cuando nos frotamos la cabeza es lo que arrastra la suciedad y la grasa. Si no queda espuma, si al frotar desaparece toda, es que necesitas más champú.
Por lo general, nos lavamos la cabeza dos veces, hacemos dos champús. Los cueros cabelludos normales o secos, tienen suficiente y quedan muy limpios. Pero los grasos tienen más sebo, más grasa y requieren más cantidad de champú. Si es tu caso, debes utilizar más cantidad de champú en el lavado y pasar más tiempo frotando. Tiene que sobrar espuma.
No siempre tenemos la paciencia de frotar el tiempo suficiente. Tenemos prisa, los brazos se cansan, bla bla bla (que no es el caso de la chica de la foto). Lo cierto es que algunas personas con cabello graso exigentes llegan incluso a realizar un tercer champú. A menos que sea un champú muy agresivo, no es perjudicial para el cabello, al contrario. Será la forma de que salgas de la ducha con el cabello realmente limpio y te durará más tiempo limpio. Podrías alargar un día más el siguiente champú.
Si estás utilizando un champú para cabello graso intensivo porque el champú normal no te cunde lo suficiente, no te deja el cabello limpio, puede que sea mejor que pruebes a frotar más minutos con más champú neutro para obtener un resultado limpio y menos agresivo. Parece una tontería pero piensa en la cantidad de espuma que suele sobrar cuando vas a la peluquería.
Foto | yosoylamarty, fdecomite
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