El mundo del perfume me fascina y siempre me había preguntado cómo se organizaban las marcas de moda para crear la fragancia que les representaba. Porque pueden saber mucho de diseño J.P. Gaultier, Issey Miyake o Valentino pero el laboratorio químico no es lo suyo.
¿A quién acuden las firmas, quién se encarga de plasmar la idea en un líquido que acabará engrosando la estantería de novedades en la perfumería?. Tuve la gran oportunidad de asistir a un evento formativo a cargo de una de las pocas empresas que fabrican perfumes para terceros: Firmenich.
Fragancias existen muchas y cada vez más: la locura de las novedades durante la última década parece no tener fin. Pero empresas que sean capaces de crearlas, muy pocas, unas cuatro o cinco a nivel mundial y es donde acuden las firmas cuando se apuntan al chollo económico de lanzar una fragancia al mercado.
Será sólo un chollo si la fragancia gusta al público, si la gente la compra. Para eso, el proceso de creación sigue unas pautas en las que se verán involucrados la empresa cliente y la empresa de perfumería. Vamos a imaginar que Arrebatadora quiere lanzar Eau de Blog (lo siento por la pobre inspiración) y que lo encargamos a la empresa Perfumes Chachis, S.L.
Entre las editoras y los jefes (Ah, sí, todos los editores de Arrebatadora estaríamos allí, que no os quepa la menor duda) nos reuniríamos y hablaríamos del proyecto, presentando conceptos e ideas que creamos útiles para que nuestras lectoras se sintieran identificados y les gustase.
El siguiente paso es la reunión-zafarrancho entre Arrebatadora y Perfumes Chachis. El trabajo duro será para ambas partes porque el cliente debe transmitir con palabras qué quiere que transmita el perfume a unas personas que deberán plasmarla en una fórmula química.
Por ejemplo, Arrebatadora les explicaría que la fragancia debe ser fresca pero femenina (seguro que tras el supuesto éxito lanzaríamos una masculina), con la idea de polvos de maquillaje y que también la usuaria se sintiera guapa como una supermodelo en un desfile de moda.
¡A ver quién es el guapo o guapa que plasma esto en una fragancia!. Pues lo hacen o al menos eso intentan. Los representantes de Perfumes Chachis trasladarían la idea a los creadores de perfumes, que suelen varios. Estos compañeros de trabajo y artistas de la nariz combinarían los ingredientes hasta crear una fragancia muestra. Éste es el trabajo puro de laboratorio.
Cuando están listas las distintas muestras, se organiza el concurso y se convoca a los clientes, en este caso a Arrebatadora, y se les da a probar. Después de oler, probar, alabar y criticar, escogerán una de las creaciones que ya lleva el nombre de algun perfumista reputado dentro de la profesión. Aunque nosotros no solemos informarnos de este detalle tan importante, el perfumista ganador quedará ligado al nombre del nuevo perfume para siempre.
Así se han creado fragancias como A Scent de Issey Miyake, Hugo XY de Hugo Boss, Diesel Fuel For Life Femme o Bvlgari Aqua Pour Homme.
Fotos | Osmoz
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