La exfoliación es una limpieza en profundidad que completa la higiene diaria. Elimina las células muertas, estimula la regeneración celular y la oxigenación, aclara y suaviza la piel y favorece la penetración de las cremas. Tienes que tener en cuenta que es necesaria para tu piel ya que la acumulación de residuos tapona los poros y da a la epidermis un aspecto apagado y mate.
Las pieles normales y grasas son las que más lo necesitan, si además vives en zonas muy contaminadas por la polución, tu piel te lo agradecerá de manera inmediata, con hacerlo una o dos veces por semana será suficiente.Si la piel es seca bastará con hacerlo cada siete o diez días, en este caso yo recomiendo hacerlo siempre por la noche para que después te apliques una crema hidratante y nutritiva que actúe durante toda la noche.
Luego tenemos por otra parte la piel muy sensible, aquella que muchas veces cualquier cosa la pone colorada o reacciona mal a muchos tratamientos, estas solo deben exfoliarse cada dos o tres semanas. Mi truco para evitar que se te altere la piel es mezclar el peeling con tu crema habitual para pieles sensibles, así evitas que tu piel sensible sufra con la exfoliación.
Por último la piel con acné nunca debe ser exfoliada (no confundir con una piel con algún granito y con puntos negros), al menos en casa de manera particular. Este tipo de piel debe ser tratada por un especialista para no hacerle sufrir con sesiones de limpieza caseras, te en cuenta que ante todo hay que evitar explotar los granos y con un peeling lo más que llegaríamos a realizar sería la rotura del poro con su posible infección.
Los productos exfoliantes se aplican sobre la piel húmeda, frotando con movimientos circulares y muy suaves en todo el rostro (salvo contornos de ojos y labios), haciendo hincapié en nariz, frente y barbilla. Hay que aclarar bien con agua tibia y secar la piel presionando con una toalla sin frotar. Lo ideal sería aplicar después una mascarilla, pero si no hay tiempo, tónico y crema cerraran el círculo de una exfoliación bien hecha.