Como la mayoría de vosotras, me gusta mucho entrar en una perfumería a descubrir nuevos perfumes u oler de nuevo fragancias que me gustan. Cuando veo lo mal que se utilizan las tiras de los secantes, alucino.
Es posible que haya cosas que no se sepan y por eso se hacen mal pero otras son de sentido común. Si todo el que deja el secante que ya ha utilizado lo arruga antes de dejarlo sobre la estantería, al rato parece un vertedero desbordado. No hace falta, dejándolo fuera del tarro donde están a disposición del público es suficiente. Como el secante largo de la izquierda en la foto.
El que veis roto por la mitad no es incorrecto. Algunas podéis pensar que está mal, en realidad se hace para que la siguiente persona que pase por allí vea que ya ha sido utilizado. Esa mouillette ya no sirve.
Hay que ser cuidadosos y no probar el perfume elegido vaporizando cerca del tarro de secantes. Si lo haces justo encima o con el vaporizador direccionando sobre los secantes vírgenes, malo. Se van a impregnar de esta fragancia que estás probando y puede que a la próxima persona que quiera utilizarlos se le mezclen olores.
Por último, ese secante que en la foto cuelga del borde de cristal tampoco está bien desechado. Lo doblaron por la mitad y lo colgaron ahí, seguramente con la mejor intención de no dejarlo sobre la estantería. Pero si por desgracia lo colgó de forma que el extremo perfumado haya quedado dentro del tarro, volvemos al mismo problema: puede afectar a los secantes cercanos y absorber algun aroma.
Estas tiras de papel están ahí por cortesía de la perfumería, hay que ser respetuosos con ellos y no despilfarrarlos. Eso sí, nunca queráis aprovecharlos demasiado y probar más de un perfume con el mismo secante. Todos estos errores pueden hacer que creas que comprar una fragancia por ese olor preciso que oliste en la tienda y al llegar a casa tener una decepción.
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