Todos nos sabemos la teoría de la protección solar digamos “general” pero ¿qué ocurre con aquellas partes del cuerpo que queremos exponer al sol y que son más delicadas? ¿Les damos la protección adecuada? Cuando hablo de zonas delicadas me refiero al rostro en general-sobre todo si se tiene la piel sensible o muy clara-con énfasis en el contorno de ojos; los labios; el pecho si no se suele hacer top-less o incluso los pies.
Labios: Existen protectores labiales con FPS, por ejemplo los de Isdin, ya que la piel de los labios, aunque pigmentada, es muy sensible a los efectos del sol y no es inmune a que pueda desarrollar un melanoma. Algunas marcas tienen también protectores específicos para la zona (Vichy) y si no tenéis nada más útil a mano podéis ponerle una capa fina del protector normal de la cara.
Pecho: Si no estáis acostumbradas a hacer top-less el pecho es una zona extremadamente sensible, por lo que os recomiendo un factor de protección 50. Mi favorito es el de Isdin para niños, que además huele fenomenal. Evitará no sólo las quemaduras sino también las manchas solares. Además debéis exponer el pecho al sol durante un tiempo pequeño cada vez.
Pies: Es una parte del cuerpo muy olvidada a la hora de broncearse y que, al menos en mi caso, suele resentirse bastante. Hay que aplicar el protector hasta los dedos de los pies, sobre todo en el empeine que recibe más directamente los rayos solares. La mayoría de nosotros tendemos a acabar de aplicarlo solamente hasta el tobillo y si os dais cuenta, en la posición normal de tomar el sol los pies quedan directamente expuestos a sus rayos.
Contorno de ojos: De este tema hemos hablado ya con asiduidad. Gafas, sombreros y protectores especiales son vuestros aliados. Shiseido hace un protector solar específico muy bueno, y si no vale el protector para la cara-mejor oil free-en una capa muy fina y procurando que no entre en las pestañas o el lagrimal.
Imagen | Lorkan en Flickr En Arrebatadora | Pulseras anti-insolación , Precauciones bajo el sol