Un regalo para nuestra piel, así se podrían presentar las mascarillas ya que aportan a los cuidados diarios mucha ayuda extra para tener una piel pefecta y cuidada. Ellas llegan a las capas más profundas de nuestra piel y sus efectos se suelen notar casi al instante, además sus beneficios se van acumulando según las vayas usando y pueden convertirse además, por el ritual al aplicárselas, en una ayuda para combatir el estrés.
Pero si realmente quieres sacarle todo el jugo a tu mascarilla hoy te contamos cuál en la mejor dependiendo de lo que buscas para tu piel, ¿nos acompañas?
Mascarillas: piel delicada
¿Quién dijo qué este tipo de pieles no toleran mascarillas? Las pieles muy sensibles e incluso las que sufren de rojeces (cuperosis) también necesitan una ayuda extra en su cuidado semanal. En ellas encontrarás sustancias calmantes y descongestivas, elígelas siempre que puedas a base de avena y caléndula.
Respeta siempre en este tipo de pieles el tiempo que debe de estar la mascarilla en el rostro, para no irritar la piel ni dejar huella al quitártela hazlo con algondón empapado en manzanilla tibia o con agua termal ¡mano de santo!
Mascarillas: piel grasa
El brillo, por cierto mi gran enemigo, las impurezas, la piel gruesa, poros dilatados ¿algo más? Toma nota ya que las mascarillas específicas para este tipo de piel te ayudarán, y mucho, a reequilibrar el sebo que produce tu dermis y previenen y te ayudan en todo lo reflejado anteriormente.
Las tienes a base de arcilla ideales para limpiar la piel, cerrar poros y absorber grasa y si tus problemas son los granitos las de zinc te serán de gran ayuda gracias a este mineral que actúa directamente en tus glándulas sebáceas. Nunca abuses de este tipo de mascarillas, con una o dos veces por semana será suficiente y aplícatelas solo en la zona T.
Mascarillas: piel madura
A partir de los 40, o incluso antes si consideras que tu piel está muy estropeada por haber abusado de dietas y del sol, te hidratan la piel, te ayudan con las arrugas, te hacen un efecto lifting y te previenen las manchas y te ayudarán a combatirlas.
Sus principios activos son muy importantes para conseguir lo deseado, elígelas con vitamina C o ácido glicólico para luchar contra el paso del tiempo y frenarle. Recuerda no abusar del sol, la piel tiene una memoria prodigiosa, y no perder peso rápidamente para evitar un descolgamiento rápido de la piel del rostro.
Mascarillas: piel seca
¡Nutrición! Aquí el objetivo es claro, hay que proporcionar a la piel alimento extra, las puedes encontrar con glicerina, una sustancia muy hidratante, y a base de aceites naturales.
Si eres paciente y te acostumbras a usarlas regularmente proporcionarás a tu piel luminosidad extra. Después de su aplicación regálate más ayuda con tu hidratante diaria.
¿Y vosotras queridas lectoras? ¿Conocéis más secretos sobre las mascarillas?
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