Lucir un pelo con mechas siempre es una buena idea. Y es que este tipo de técnicas no solo aportan luz a nuestro rostro, sino que tienen el poder de cambiar por completo nuestro look, pero manteniendo la esencia del mismo. Sin embargo, también es cierto que cuidarlas no siempre es fácil. De hecho, con la llegada del verano, además de proteger nuestra piel, también tenemos que poner especial énfasis en el cuidado de nuestro pelo y más si lo tenemos teñido.
Por ello, hemos querido ponernos en manos de los profesionales y que sean ellos los que nos den las claves sobre cómo cuidar nuestras mechas este verano y el resto del año y seguir presumiendo de pelazo.
Así, hemos hablado con José Miguel Gallardo, directo del salón de Peluquería de TeaCut nos han querido aclarar las dudas que podríamos tener sobre cómo cuidar nuestra melena de forma adecuada antes, durante y después de hacernos unas mechas.
Tipos de mechas y diferencias
«¿Mechas o reflejos? ¿Babylight o balayage?», estas son algunas de las preguntas que recibe a diario el colorista en un salón. Y es que este servicio, quizá el más demandado, suele ser confuso para los clientes entre sus múltiples definiciones, técnicas y resultados. Así que, primero, vamos a intentar ordenarlo.
En principio, nos comenta José Miguel que podemos considerar como mechas "cualquier servicio de color que ilumine unos cabellos con respecto a otros". Sin embargo, lo que que entendemos como "iluminación", serían los llamados reflejos (y no mechas) lo que supondría "cualquier trabajo de mechado, sea cual sea la técnica, donde no haya más de dos tonos de diferencia entre la base y el color aplicado. ¿El resto? Los llamaremos mechas".
Pero es que, más allá del marco conceptual, nos indica también las diferencias desde el punto de vista de la técnica. Y es que, según nos comentan "existen dos técnicas básicas para aplicar mechas, dentro de las que podemos incluir cualquiera de las existentes: cubiertas o al aire".
De esta manera, las mechas cubiertas son aquella donde aislamos el cabello a mechar, ya sea con papel de aluminio, celofán, vegetal, gorro, etc. Con ella conseguimos mayor aclaración y mayor definición. Mientras que en las las mechas al aire, el cabello se colorea con pincel o peine, dejándolo caer libre sobre la melena. Son por lo tanto mechas más difusas y naturales. A este grupo pertenecen las babylight y balayages. También se pueden utilizar ambas técnicas a la vez, cuando queremos destacar y suavizar por zonas.
En todo caso, nos dice el director del Salón que el trabajo de mechas puede ser uno de los más agresivos si no se tienen los cuidados adecuados, ya que al ser necesario aclarar al menos dos tonos, han de usarse oxidantes de alto volumen o peróxidos.
Cuidados previos a la aplicación de las mechas
Cuida tu cabello. Cuida tu cabello. Cuida tu cabello.
Este es el mantra que nos han repetido insistentemente desde TeaCut. Y es que, como nos comentan, esos cuidados realmente son la clave de un buen trabajo de mechas: si el pelo, previamente, está en buen estado, nos costará menos mantenerlo en buen estado.
Por lo tanto en este punto, entra el usar productos adecuados a nuestro tipo de cabello, mimarlo, protegerlo y hacer un trabajo previo propio del día a día ya que, al fin y al cabo, a nuestra peluquería o salón vamos de vez en cuando.
En todo caso, nos comenta José Miguel Gallardo que una vez nos pongamos en manos de nuestros profesionales, deberían de protegerlo antes de proceder al trabajo de mechas.
En los centros que han acogido una filosofía basada en lo natural, como TEACUT, un baño de manteca de karité antes de aplicar los productos aclarantes es perfecto. Su alto porcentaje en látex vegetal ayudarán a restructurar la fibra que pueda dañarse.
Otras opciones son los reestructurantes, que se mezclan con el producto de aclarado, como el de la marca Olaplex, que actúan multiplicando los enlaces de fibras capilares mientras se produce la oxidación.
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Cuidados durante el trabajo de mechas
Independientemente de la técnica, nos indican que siempre se debe utilizar el menor volumen de oxidante posible que pueda alcanzar el resultado deseado. Esto significa que, si para aclarar tres tonos podemos usar oxidante a 30 y 40 volúmenes, siempre nos decantemos por el primero.
Igualmente, se ha de prescindir de calor siempre que sea posible. Es cierto que acelera los procesos y permite alturas más altas de color, pero también deshidrata.
Otro consejo que nos dan es que hay que ser coherentes en la ubicación y cantidad de las mechas. Así, nos comentan que si lo que queremos es iluminar una melena, quizá lo consigamos aplicando unas pocas mechas en la capa superior y el contorno, en vez de trabajar toda la cabellera.
Además, lo mejor es que en el Salón terminen siempre el trabajo de mechas con un tratamiento reestructurante, ya que es la forma adecuada de soldar los estructuras keratínicas dañadas.
Por último, nuestro experto nos recuerda que el rubio es adictivo (todos recordamos aquello de que nunca se es demasiado rubia), así que no está mal que nos adviertan que una melena sana siempre será más deslumbrante que una melena clara.
Cuidados del cabello después de las mechas
Por último, una vez que nos vamos del Salón de Peluquería volvemos a ser nosotras las encargadas de cuidar nuestro pelo. De hecho, hay que tener en cuenta que dado que para aclarar el cabello no hemos tenido más remedio que abrir la cutícula, oxidar los pigmentos naturales y, en algunos casos, introducir otros sintéticos, ahora toca reparara todo el daño posible y seguir haciéndolo en casa.
Una vez que tenemos el cabello mechado entramos en una nueva categoría de cuidado, la de los cabellos desestructurados. Ello supone, como nos indican, que deberemos usar acondicionadores, mascarillas o tratamientos que ayuden a reconstruir la fibra capilar.
En este sentido, por ejemplo, una línea reparadora como la Living Proof Restaure nos parece una muy buena idea, entre los productos, sin duda, la mascarilla (35,75 euros) nos convence muchísimo.
Living proof.® - Mascarilla reparadora, 200 ml
En lo relativo al champú, nuestros expertos consultados nos dicen que "a diferencia de la tintura, los trabajos de mechas no se hacen sobre el cuero cabelludo, por lo que este no se ve afectado químicamente. Así que nos recomiendan usar el champú adecuado para tu tipo de cuero cabelludo (seco, graso, sensible, etc)."
Verdades y mentiras sobre las mechas
Y, por último, desde TeCut nos han ofrecido una ronda de verdades y mentiras sobre las mechas que, seguro, os resuelven muchas dudas que todas hemos tenido alguna vez:
- Las mechas reducen la grasa del cuero cabelludo. Es una verdad a medias. El cuero cabelludo seguirá siendo graso, pero al haber vuelto el cabello poroso absorberá el exceso de grasa.
- No se pueden hacer mechas cuando tengo barro. Falso. Se pueden hacer, pero no es aconsejable el uso de decolorantes, ya que reaccionan de una manera poco predecible si tu cabello ha sido trabajado con índigo.
- Las mechas castigan más que los tintes. Mentira. Si están bien hechas el daño apenas debe ser perceptible.
- Para hacer una melena más luminosa hay que poner mechas más claras. Falso. La luminosidad la aporta el contraste. Muchas veces la solución para aportar más luminosidad a una melena apagada es poner mechas oscuras.
- Las mechas aportan volumen. Verdad. Al ser un proceso en el que abrimos la cutícula para aclarar, varía el diámetro y la textura del cabello.
Fotos | @kerastase_official