Las pestañas caen y vuelven a crecer y esto entra dentro de la normalidad, pero ya no lo es el tener pequeñas calvitas a lo largo de su línea de crecimiento. Si ese es tu caso deberías tomar una serie de medidas preventivas que pasamos a enumerarte:
Deja de restregarte los ojos, sobre todo si llevas máscara de pestañas, y no abuses de ella. Una máscara que pese demasiado puede sobrecargar pestañas frágiles.
Por la misma razón de arriba, las máscaras waterproof no son para tí: demasiado pesadas y difíciles de quitar.
A la hora de desmaquillarte los ojos hazlo suavemente, nada de restregar de nuevo. Clinique aconseja mojar un palito de algodón en desmaquillante de ojos y pasarlo con delicadeza por las pestañas hasta quitar todo el maquillaje.
Puede que una de las causas sea que tengas una cierta alergia o sensibilidad a un rimmel en concreto. Cambiar a otra marca puede mejorar el problema.
Otro de los utensilios prohibidos es el rizador de pestañas. Si no tienes pestañas fuertes, olvídate de él.
La alergia al polen (o a otras sustancias) pueden provocar molestias oculares que provoquen la caída de pestañas o la empeoren. Los ojos se hinchan y pican, por lo que solemos rascarlos. Los antihistamínicos que se recetan en estos casos son la mejor solución.
Por último, y como siempre decimos en Arrebatadora, si el problema se agrava o persiste, consulta al oftalmólogo.