Hay que reconocer que el maquillaje tiene el poder de cambiar nuestras facciones y de mejorar considerablemente nuestro aspecto. Sin embargo también es cierto que a medida que pasa los años hay que ir cambiando nuestra rutina y adaptándola a nuestras necesidades que siendo francas no son las mismas que cuando teníamos 20 años.
Así os queremos dar cuatro errores que solemos cometer y que hacen que sumemos años de manera innecesaria y la solución a los mismos.
No tratar la piel previamente
En este primer punto nos referimos a no llevar una buena rutina de cuidado de la piel. Todo comenzará con la debida limpieza y aplicar serum así como una crema hidratante que nos garantice una piel repulpante durante todo el día.
En este sentido es buena idea también recurrir a los Primer que sean hidratantes o con vitamina C, ya que con ellos conseguiremos aumentar la duración del maquillaje y que nuestra piel no tienda a resecarse en exceso.
Tengamos en cuenta que con el paso de los años lo normal es que nuestra piel se vuelva más seca y que, por lo tanto, tengamos que poner una especial atención al cuidado de la misma por lo tanto crear un buen lienzo, lo que es fundamental para luego poder presumir del resto de productos cosméticos que pongamos encima.
Utilizar bases con mucha cobertura
Por otro lado, también tenemos que empezar a elegir otro tipo de productos cosméticos, empezando por la base de maquillaje. En este sentido dejaremos de lado aquellos formatos en polvo, así como las de alta cobertura que lo único que provocarán es que se nos marquen más las arrugas, así como las líneas de expresión.
Además, provocará que se nos acartone el rostro y que, por lo tanto, sumemos años. Es mucho mejor escoger bases mucho más fluidas, con una cobertura más baja o modulable e incluso aquellas que puedan aportarnos también cierto tratamiento a nuestra piel. Además, tenemos que trabajarlas correctamente y apostar por aquello de que "menos es más", es decir, no por utilizar mucho producto, vamos a conseguir mejores resultados, sino más bien al contrario.
Utilizar demasiado corrector
Ojo con los correctores porque pueden ser grandes aliados o más bien todo lo contrario. Para empezar, debemos apostar por tonos que sean del tono de nuestra piel. Olvídate de aquellos que eran súper claros porque al final más que restar años suman, así com de los que son súper cubrientes.
Tenemos que aplicarnos el corrector en zonas más estratégicas cuidando bien que no se nos acumule en las arruguitas y patas de gallo, por lo que es mejor trabajar con capas finas que disimulen pero pasarnos.
No maquillar las cejas
Perfilar las cejas ligeramente y aplicar un fijador tiene la capacidad de rejuvenecer el rostro a la vez que enmarca la mirada. Eso sí, cuidado no apliquemos producto en exceso ni un tono demasiado oscuro, sino uno que se asemeje a nuestro tono.
Fotos | @sarafructuoso, @mariafrubies, @martalozanop
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