A mediados de octubre, Charlie publicaba una entrada en la que nos comunicaba que la firma de cosmética natural Alqvimia acababa de abrir una boutique Spa en plenas Ramblas barcelonesas.
Pues bien, después de ponernos en contacto con Marta Rubau, responsable de la firma, para que nos hablase del mejor tratamiento que en este momento estuviesen aplicando en el nuevo Alqvimia Spa, Marta no lo dudó ni un momento y nos habló de su Ritual Eternal Youth.
Este tratamiento estrella es un exclusivo y lujoso ritual para rejuvenecer en profundidad con la combinación de los productos, cien por cien naturales, de la marca. Un tratamiento facial y corporal que, gracias a su exclusiva fórmula de la más alta calidad, ayuda a conseguir una armonía holística de cuerpo, mente y alma, además de recuperar o restablecer la juventud.
Cuando entramos en este oasis de paz en plena urbe, la esteticista antes ha preparado la cabina con un difusor de esencias, con una iluminación tenue y cálida, con una agradabilísima música de fondo, ademásde colocar unas delicadas orquídeas sobre la camilla.
Al entrar en la cabina, también nos ofrece un té verde con una gotita de naranja. Mientras nos tomamos la infusión, aprovecha para realizarnos un test de salud preventiva para poder saber nuestra edad biológica, y así poder comprobar luego cómo después de realizar estos tratamientos va disminuyendo.
El tratamiento paso a paso
La esteticista nos pedirá que nos tumbemos boca arriba sobre la camilla, y cubrirá nuestro ojos con un antifaz para facilitar la relajación. Luego, lo primero que hace es aplicarnos aceite de almendras con unas gotitas de lavanda en el plexo solar (sí, sí, esa zona que tenemos justo en medio del pecho).
Esa musiquita de fondo tan agradable que estamos oyendo desde que entramos no es sino los sonidos del mantra del Buda Amitayus que, sin darnos ni siquiera cuenta, nos conducirá hacia un estado de relajación profunda, ayudándonos a respirar de forma lenta y profunda. Quienes ya tienen práctica, utilizan esta técnica para lograr una meditación sencilla pero muy poderosa.
Una vez finalizada la relajación, nos practican un masaje en seco con maniobras descontracturales, presiones y estiramientos. Luego, la terapeuta nos pedirá que nos demos la vuelta. Con la ayuda de un bol, irá dejando caer sobre nuestra espalda un hilo de aceite caliente mezclado con sales del mar Muerto.
Luego, la esteticista trabaja sobre nuestra piel con maniobras de exfoliación. Repitiendo la operación también del otro lado, envolviéndonos luego en una sábana para dar tiempo al producto a que actúe.
Mientras, tras desmaquillar nuestros ojos y labios con aceite de germen de trigo y el rostro con una emulsión limpiadora de ylang-ylang, la esticista retira el resto del producto con unos algodoncitos impregnados en oshiboris calientes con una gotita de naranja. Seguidamente, nos tonifican toda la zona con agua de rosas a modo de brumización. Realizan una exfoliación con sales del mar Muerto y crema facial anti-edad de Alqvimia. Para retirar el resto, vuelven a utilizar los famosos oshiboris calientes.
Para realizar un drenaje facial utilizan german de trigo al que añaden unas gotitas de naranja. A continuación, continúan con el tratamiento coporal aplicándonos por todo el cuerpo una envoltura de algas reafirmantes. Luego nos taparán con una sábana de sudoración.
Una vez se han ocupado de nuestro cuerpo, vuelven al rostro. El tratamiento facial consiste en una mascarilla reafirmante de un precioso color verde celadón. Mientras la mascarilla facial está en exposición, nos realizan un masaje del cuero cabelludo. Una auténtica gozada, y súper relajante. Luego nos retirarán las mascarilla con los famosos oshiboris en caliente.
Para retirar la envoltura reafirmante del cuerpo no hay nada como una buena ducha. A la salida, nos ofrecen un zumo natural de frutos rojos acompañado por unas cuantas frambuesas naturales.
De vuelta a la camilla, la terapeuta finaliza el tratamiento facial con un masaje reafirmante empezando desde el pecho. Luego, aplicará aceite corporal sobre el cuerpo para realizar un masaje balinés drenante. Lo último, la terapeuta deposita unas gotitas de geranio en el chakra del ombligo, antes de taparnos y dejarnos reposar durante algunos minutos, para despertarnos suavemente mediante el sonido de los tingshas.
Este Ritual tiene una duración de 2,00 h y su precio es de 220 euros. Y, como os decíamos al principio, incluye la realización del Test de la Edad Biológica - un test basado en la kinesiología, que ayudará a la terapeuta que nos esté atendiendo a determinar nuestro estado de salud general (polaridad ying/yang) y el de todos nuestros órganos.
Una experiencia única desarrollada a partir de la sabiduría de la alquimia ancestral, que nos ayudará a evocar unas sensaciones y beneficios tanto físicos como sensitivos, energéticos y emocionales. ¡La bomba! No se me ocurre mejor manera de empezar el año. Y, ¿a vosotras?
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