Hace apenas tres días el diario The Economist realizó un reportaje sobre el negocio del mundo de la belleza. El diario británico centra su atención en la London Fashion Week que arranca el próximo viernes.
¿Sorprende que un diario económico realice este tipo de reportajes? No, y menos para los que nos fijamos cada día en que la mayoría de las noticias de moda y belleza, al menos fuera de España, tienen cabida en la sección de economía y no tanto en cultura o gente. Qué envidia que The New York Times tenga todos los días que dura la New York Fashion Week un especial en papel y en digital digno de enmarcar.
Podríamos establecer un paralelismo entre las modelos muy preparadas y las que simplemente van, desfilan, y cambian de país corriendo para ser maquilladas para el siguiente desfile. No es el caso de Lily Cole, graduada por la Universidad de Cambridge en Historia del Arte. O Edie Campbell, quien también estudia arte en el Courtauld Institute de Londres.
Un paralelismo en el mundo de la belleza que me lleva directamente a mi trabajo en prensa deportiva. La nueva estrella de la NBA se llama Jeremy Lin, es jugador de los New York Nicks, es estudiante de Harvard, de Economía, y hace apenas un par de noches dejó en evidencia con 38 puntos al mismísimo Kobe Bryant de Los Angeles Lakers.
¿Qué quiero decir? En un mundo como el nuestro, sólo los más preparados aguantarán. Podrán llegar muchas modelos, pero mantenerse y consolidar una carrera requiere más. Mucho más. Dice Catherine Ostler, ex editora de la revista Tatler,
Hay un apetito en las modelos actuales en ser inteligentes, tener buenos modales y ser educadas.
Dice el diario económico que las grandes firmas se están cansando de modelos de barrios deprimidos, historias tristes y dramas familiares. Que, a la larga, convertirlas en top models, referentes, y meses después ver su caída personal y profesional les supone mucho dinero en pérdidas. Han cambiado el foco de atención. Buscan modelos jóvenes, sí, pero no tanto, y bien formadas. ¿Veremos más Kate Moss? Es posible que no...
En el último ránking de la revista Forbes sobre las modelos mejor pagadas copan la lista Gisele Bündchen, Heidi Klum, Kate Moss, Adriana Lima... ¿qué tienen? Ellas mismas son su empresa.
Guapas, cuerpos de impresión, imágenes de belleza, de moda, firmas personales, negocios... el mundo de la belleza es el más duro y cruel, y rentabilizarlo requiere una sólida formación. ¿Sólo buenos consejeros? No. Hace falta mucho más, sobre todo en el momento que vivimos en que gestionar tu propia marca, es clave, tú eres la marca.
Modelos y empresarias de éxito
Varios ejemplos más. Tyra Banks. Espectacular sin dudarlo. De top en los años '90 a producir su propio reality show (America's Next Top Model), además de haberse convertido en toda una estrella televisiva en Estados Unidos. Cuenta con su propia revista y acaba de publicar un libro. Kathy Ireland, quien posee el record en apariciones en la revista Sports Illustrated (apareció en 11 ediciones desde 1984 a 1994). Ha prestado su nombre a una compañía especializada en artículos para el hogar y su compañía, Kathy Ireland Worldwide, ya ha recaudado 1.400 millones de dólares en un año.
Christy Turlington ha plasmado su amor por el yoga en las dos colecciones de éxito que ha diseñado para Puma y ha creado su propia línea en productos de belleza. Lauren Hutton, top model en los años '70, aprovechó su edad madura y lanzó su propia línea de cosméticos con 600.000 dólares de su propio bolsillo. Hoy, con sus productos antiedad, obtiene unos beneficios anuales de 30 millones de dólares.
Milla Jovovich, actriz y modelo, junto con amiga Carmen Hawk ha lanzado su propia línea de ropa que ya ha convencido a celebridades como Kirsten Dunst o Rachel Bilson. Iman, top model de los años '80, lo que más dinero le reporta es su firma de cosméticos, a la que dio vida en 1994 después de darse cuenta de que no existía un maquillaje específico para las mujeres de color.
Naomi Campbell, centra sus esfuerzos ahora mismo en dos empresas, una dedicada a productos de belleza y otra, NC Connect, a las relaciones públicas. Cindy Crawford, sigue siendo una de las modelos mejor pagadas por sus campañas de publicidad. Vende sus propias fragancias y desde 2004 comercializa una crema antiarrugas. Elle Macpherson, su firma de lencería factura 75 millones de dólares al año. Con distribución en 14 países bajo el amparo del grupo Pacific Retail Group, embolsándose unos 5 millones al año.
Lanzo una pregunta al debate, ¿realmente en el mundo en el que estamos viviendo es suficiente con tener un rostro bonito? Sinceramente, creo que no. Saber cuál es tu meta, prepararte, abrir varias líneas de formación y negocio, hoy por hoy, es fundamental para las modelos. Lo he dicho antes, pero el mundo de la belleza es uno de los más crueles. Casi tanto como el del deporte.
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