Es curioso como de un tiempo a esta parte, en el universo de la perfumería, la tendencia anima a la adaptación de las grandes fragancias originales. Guerlain se sumó a este movimiento con Shalimar Parfum Initial, y ahora con este Shalimar Souffle de Parfum ha procurado proporcionarle un segundo Souffle, ¡y nunca mejor dicho! a un perfume cult.
La fabulosa historia de la princesa Mumtaz Mahal y del emperador Shah Jahan, que mandó construir para ella los lujosos jardines de Shalimar, inspiró a Jacques Guerlain que se animó a crear el primer perfume oriental del mundo al que llamó, como no podía ser de otra forma, Shalimar. Hoy, Thierry Wasser, el maestro perfumista de Guerlain, ha querido darle un nuevo twist a este clásico insuflándole un soplo de extremada sensualidad.
Shalimar Souffle de Parfum es como una caricia delicadamente perfumada. Una creación luminosa, brillante que se puede llevar como si se tratase de una joyita, una fragancia tan ligera como un soplo de aire, un susurro de pura sensualidad custodiada en un delicado frasquito azul.
Un delicado aroma floral oriental, que se abre con frescos y ligeros aromas cítricos de limón, bergamota y mandarina. El jazmín Sambac y el absoluto del agua de azahar de la India transforman su corazón en acordes florales chispeantes con notas de fondo de vainilla de Tahití y de la India mezcladas con almizcle blanco. Precio: 119,00 euros (90 ml).
Esperemos que con esta nueva adaptación, Thierry Wasser logre evitar todos esos escollos que pueden llevar a diluir la identidad de una fragancia, haciéndola perder su autenticidad. De momento, la bella Natalia Vodiánova vuelve a prestar su imagen a este ya mítico perfume, que ha cambiado el color (ahora es azul en degradé) en un frasco ligeramente más alto y esbelto que el del modelo original.
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