Si vivís en una ciudad grande, con metro, seguro que recordáis que cuando los usábais a diario para ir a estudiar, érais capaces de subir el tramo de escaleras del tirón sin ahogaros al llegar arriba.
Pues bien, desde hace tiempo el Metro de Madrid está realizando una campaña sobre el uso de las escaleras no mecánicas para estar en forma, andar por los pasillos y no por las pasarelas motorizadas… Vamos, que nos quieren poner en forma de una forma habitual: yendo al trabajo, a estudiar, quedando para salir.
Me llamó la atención hace tiempo, pero desde que he visto que los reportajes en la prensa internacional sobre este hecho se están multiplicando, no he podido por menos que compartirlo.
Normalmente uso el coche, es cierto, en el trabajo las escaleras y no el ascensor (salvo después de comer…), pero en un tiempo volveré al transporte público y entre sus ventajas, que las hay, está el ejercicio.
Fácil, siempre te toca correr a por una autobús que se escapa, el último tren, o un atasco en las escaleras mecánicas. Por no hablar de las múltiples obras… Si vas en transporte público no siempre podrás sentarte, así que tendrás que hacer equilibrios en varias paradas.
Además, serás capaz de llevar abrigo, bolso, bolsas de compra, libro, paraguas con una mano y sujetarte con la otra, lo que hará que tus brazos estén fuertes. Y, por supuesto, llevarás zapatos más cómodos (perfecto para la espalda y los pies) por aquello de las carreras y del paseo desde que sales del metro a tu trabajo o casa.
Qué, ¿hacemos ejercicio o no con el transporte público?
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