Es invierno, hace frío y pasamos del pijama o del albornoz a la ropa de exterior a toda velocidad. Al contrario de lo que sucede en verano, aplicarnos nuestros tratamientos diarios se complica si invertimos el orden: primero nos vestimos y luego nos aplicamos la crema y el maquillaje.
Para las que sois frioleras y os poneis el jersey rápidamente como si fuera a terminarse el mundo, apuesto un kilo de crema hidratante a que os olvidais del cuello y el escote. Si es de cuello redondo, no llegas al escote. Si es de cuello alto, no llegas ni al cuello. ¡Esto no puede ser!
Cierto, puedes vestirte y, con un par de kleenex, proteger la ropa y terminar tu rutina cosmética diaria. Pero no te compliques y sigue el orden más recomendable: primero la hidratante, la crema de cuello y escote, la base de color para tu maquillaje y te acabas de vestir. Luego podrás terminar tu maquillaje cómodamente.
Hay que hacer un esfuerzo diario para terminar esta operación en ropa interior frente al espejo, como en verano. Porque si descuidas tu cuello y tu escote, que tanto mimo le diste este verano pasado, perderá elasticidad, densidad y firmeza. Y vuelta a empezar la próxima primavera (con un año más ...).
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