Ella, Jessica, es una especie de Paris Hilton reconvertida a cantante, que retransmitió su vida matrimonial por la tele yanki y posteriormente su divorcio. Para mí es sólo la creadora (según jura ella) de este aroma que me traje como souvenir de Nueva York en mi última visita gracias a la generosidad de una dependienta de Sephora Times Square.
Sólo el frasquito ya lo dice todo, tan recargado y tan rosa, muy en la línea de la Simpson, pero es que el olor es lo más empalagoso que podáis imaginar. Y no es que sea un olor desagradable, sólo que se pasa de dulce. Sé que hay gente que le gustan los aromas fuertes y dulces, así que quizá para alguien este perfume sea su Santo Grial; desde luego no para mí. Contiene albaricoque, almendras tostadas, pera y caramelo, entre otros ingredientes. Vamos, que puede potencialmente provocar caries sólo con olerlo.
El aroma es muy dulzón pero cálido, y no quedaría mal, creo, en adolescentes o gente muy jovencita, pero desde luego da dolor de cabeza pasados los 25. Quizá las pequeñas notas de jazmín y gardenia que lleva sean las que hacen que se pueda calificar de floral, aunque en mi opinión le sobra vainilla.
Este perfume aún no está a la venta en España pero como sabéis en Arrebatadora os damos las noticias por anticipado. Si os gustan los aromas tipo nube de algodón no lo dudéis: compradlo en cuanto salga a la venta. Resto abstenerse.