Es laprimera vez en mi vida que utilizo un producto autobronceador, no me lo creo ni yo. Harta de que todo el mundo me diga que estoy muy blanca (todos a mi alrededor están morenas y morenos), este año me decidí a probar. Elegí el autobronceador Cuerpo-Piernas de Collistar.
No lo tenía muy claro por todo el ruido de fondo que hacen las opiniones de personas que no los usan bien. La otra cara de la moneda es la experiencia de un montón de mujeres que me han mostrado lo bien que les iba con un autobronceador. Al final me decidí y no me arrepiento lo más mínimo. Es más, ojalá lo hubiera hecho antes.
Un autobronceador es un producto (crema, fluído, espuma, líquido, gel) que tiene la propiedad de hacer aparecer un tono bronceado en la piel como si hubieras estado tomando el sol. Para que repaséis la técnica de aplicación, os dejo este link.
Qué contiene la Crema Autobronceadora Cuerpo-Piernas de Collistar
No es la fórmula más moderna porque existe un nuevo autobronceador corporal líquido pero tenía media docena de muestras y era una pena no aprovecharlas. Este es en crema, el tubo se presenta en 125 ml. Tiene un precio de 29,90 euros.
Garantiza un “efecto natural” y contiene aceite de germen de trigo, sorbitol y vitaminas A y E (propiedades hidratantes y protectoras de la piel) y Erythrulose, el principio activo de origen natural que proporciona el color bronceado.
Mi experiencia
Como buena aficionada a los cuidados cosméticos, me hice un peeling corporal la mañana que empecé con el producto autobronceante.
La textura es algo mantequillosa, por suerte la crema se funde cuando entra en contacto con la piel. Se vuelve ligera y se absorbe muy bien. No hay que hacer nada especial más que extenderla bien, como cualquier otra hidratante corporal. De verdad que hay que ser torpe para que no quede uniformemente aplicada.
El primer día lo probé solamente en las piernas (por si las moscas) y al cabo de un par de horas ya noté un colorcito bronceado. ¡Había dejado de ser una piel blanco-typex! El color acaba de salir del todo a las 2-3 horas, no brilla la piel y es uniforme. Ni manchas, ni ronchas, ni ninguna otra consecuencia negativa.
Lo único que tiene de malo es el olor que desprende la piel durante todo el día. No es fuerte ni mucho menos pero ahí está presente y no es agradable. Si solamente lo aplicas en las piernas no lo hueles. Cuando vi el buen resultado obtenido, al cabo de 3 días me lo apliqué por todo el cuerpo: brazos, piernas, abdómen, escote y la espalda … de la manera que pude.
Ahí sí lo notas porque el olor en el escote y hombros te llega todo el día de la aplicación. Al ser sutil tampoco pasa nada: yo quiero estar bronceada y me lo pongo. Tres veces por semana. El color es el mismo que si hubiera estado en la playa tomando el sol. Nadie nota nada, nadie me ha dicho: huy, qué color más raro que tienes. Porque es cierto que es natural.
Estoy encantada. La semana pasada me olvidé dos aplicaciones y entonces es cuando ves que disminuye el tono bronceado. También disminuye uniformemente, el color no se vuelve raro. Ahora que he empezado a utilizar este tipo de producto, os iré informando de mi experiencia con los autobronceadores corporales.
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