En 1919 Jean Patou fundó su marca homónima, pero como coincidió con la primera Guerra Mundial, tuvo que esperar hasta el año 1919 para lanzarla del todo. Haciéndose eco del aire de los tiempos, el diseñador propuso colecciones fluidas, enriquecidas con bordados y drapeados, que se ajustaban a esa idea de libertad recuperada después de la guerra.
Pero hubo que esperar hasta año 1930, para que el maestro perfumista Henry Alméras crease una fragancia elaborada con más de diez mil flores de jazmín, y veintiocho docenas de rosas de mayo para obtener, a duras penas, unos centilitros de perfume. El diseñador absolutamente seducido por la fragancia la empezó a comercializar bajo el nombre de Joy, el perfume más caro del mundo.
Un elixir que, coincidiendo con el centenario de la maison, se ha reeditado custodiado por un magnífico frasco de Baccarat de 30 ml.
Pues bien, la familia Joy acaba de ampliarse con una crema hidratante para el cuerpo intensamente untuosa. Formulada con los mejores ingredientes naturales, como siempre en Jean Patou, promete hidratar nuestra piel al tiempo que va liberando los suaves y delicados aromas que forman parte de la identidad olfativa de la fragancia Joy.
Presentada en un frasco diseñado por Louis Sue, la crema hidratante para el cuerpo de Joy ha nacido para convertirse en uno de los productos más icónicos de la maison Patou, y estará disponible a partir de mediados de noviembre. Precio: 75,00 euros (200 ml).
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