La historia de Dior hunde sus raíces en las tierras de Grasse a través de su propio fundador, Christian Dior, quien restauró la mansión de la Colle Noire para residir en ella. Debido a este vínculo, la Maison de Parfums Dior ha decidido implicarse en un renacer del cultivo de flores para perfumes, recuperando unas tradiciones a la hora de cultivar que, prácticamente, se han perdido.
Quien es más consciente de esta necesidad es el maestro perfumista de Dior François Demachy que creció en estas tierras, y por eso conoce el valor inestimable de la rosa de mayo de Grasse, donde el mar y la montaña se alían para dotar a las flores de un carácter excepcional.
En la actualidad, dos fincas: el Domaine de Manon de Carole Biancalana y el Clos de Callian de Armelle Janody reservan toda su cosecha de rosa de mayo para Dior. Se trata de una rosa potente y carnal con acordes de miel. Para cultivar bien esta flor hace falta conocer bien el terreno, estar preparado para los cambios climáticos y armarse de paciencia para dar tiempo al tiempo.
Un expertise que da vida a las flores más increíbles que quepa imaginar, todas con un carácter excepcional, cultivadas por dos mujeres a quienes les apasiona su trabajo y que conocen y saben apreciar el valor inestimable de estas rosas cuya producción es tan escasa como valiosa.
Para que podamos ver con nuestros ojos todo el proceso de cultivo y recolección de estas rosas, los responsables de Dior han grabado tres vídeos que en realidad son pequeños documentales nos permitirán disfrutar y aprender de todo este ritual.
Pero esto no es todo, otro de los ingredientes estrella en la composición de los perfumes Dior es la bergamota de Calabria. Para François Demachy este acorde resulta tan importante que incluso ha creado una bergamota a su medida en una finca situada en Reggio Calabria a la que ha bautizado con el nombre de San Carlo.
Se trata de una bergamota acidulada, floral y afrutada, cuya cosecha posee un carácter único, resultado de una estrecha colaboración con la familia que las cultiva, que ha ido cincelando estos frutos de un modo exclusivo para que se ajusten a las expectativas de Demachy, uno de los mejores narices del mundo.
Verdadero tesoro nacional italiano, la bergamota es el fruto de una tierra que linda por un lado con el mar Jónico y por el otro con las montañas de Aspromonte. François Demachy conoce cada una de sus facetas de este cítrico, y celebra en sus creaciones su fuerza viva.
La finca situada en Reggio, pertenece a una misma familia desde hace generaciones, y se extiende a lo largo de varias hectáreas que albergan miles de árboles plantados y cultivados respetando métodos ecológicos, y cuya cosecha anual se reserva toda para la Maison Dior.
François Demachy suele decir que la India no se puede entender si no se entiende la pasión de sus gentes por las flores. En el sur de la India crecen dos variedades de jazmín: el jazmín sambac, usado por primera vez en el perfume J'adore, y el jazmín grandiflora. Para que podamos aprender a distinguirlos, François Demachy ha querido acompañarnos hasta esos campos cuyas cosechas se destinan a la Maison de Parfums Dior.
Muy distintas entre sí, pero igualmente hermosas, la primera de estas variedades, potente y carnal, se usó en la Maison Dior por primera vez hace veinte años, para J'adore. El jazmín grandiflora, más clásico y luminoso, libera su perfume delicado en la composición de Miss Dior.
Demachy aprecia tanto la una como la otra, y para demostrárnoslo nos lleva hasta esos campos donde la magia de los paisajes resulta palpable, y es el marco poético para una forma de cultivar y recolectar que no ha cambiado en siglos, y que garantiza una calidad extraordinaria
3 documentales maravillosamente bien dirigidos que, os ofrecemos en primicia para toda España. Ojalá los podáis disfrutar tanto como lo hemos hecho nosotros en Trendencias. Aprovechamos para agradecer a Sylvie Durcodoy, directora de Perfumes Dior en España, el habernos elegido para presentarlos en sociedad.
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