Cuando oigas hablar de solidaridad arquitectónica, si no te suena nada el tema, pon cara de poker. Porque, ¿quién me iba a decir a mi que para que mi piel se mantuviese en buen estado tendría que acabar aprendiendo los principios básicos de la arquitectura!
Es verdad, y todos lo sabemos, que a partir de los cuarenta, la piel del contorno de los ojos y los párpados pierden firmeza, y la mirada chispa. También es verdad que, para entonces, ¡la mayoría somos más sabios!
El caso es las responsables de la firmeza cutánea son las fibras de colágeno, y los fibroblastos las células que sintetizan las fibras que proporcionan elasticidad a la piel. Pues, por lo visto, existen una serie de conexiones que son las que vinculan las fibras a las células. En otras palabras, que la piel se organiza dentro de una arquitectura móvil en la que sus elementos deben mostrarse solidarios entre sí para garantizar su resistencia. ¿Qué os ha parecido? ¡Espectacular!, ¿verdad?
Todo esto lo he ido aprendiendo leyendo el prospecto que venía en el packaging de dos nuevos productos que estoy probando, por cortesía de Clarins y de Mamá Noël Picou. Como soy la más viejuna del blog ha sido todo un detallazo que me dejaran probar el último serum "super lift" regenerador del contorno de ojos que estoy combinando con un bálsamo antiarrugas que me pongo para dormir. A Marilyn, como era más joven, ¡le bastaban unas gotitas de perfume!
¿El objetivo? Intentar que esas dichosas bolsas y ojeras que van apareciendo con el paso de los años vayan si no desapareciendo (¡somos todas conscientes de que eso es imposible!), por lo menos difuminándose junto con las arrugas y las líneas de expresión.
El serum de día, que llevo casi un mes utilizando, tiene una textura diferente al resto de los productos de Clarins que había probado hasta ahora. Me recuerda más a la de los productos de fitocosmética, esos que utilizan los principios activos de la plantas para el cuidado de la piel. Por eso, no me extraño nada leer luego que Clarins había utilizado para la elaboración de su fórmula extracto de banana verde y de tomillo al limón.
Por lo visto, la banana refuerza las fibras de colágeno y la síntesis del colágeno dentro de los famosos fibroblastos. En cambio, el extracto de tomillo limón ha demostrado su capacidad a la hora de prevenir el relajamiento cutáneo reforzando la elasticidad de la arquitectura dérmica. A mi me va bien, pero tampoco es que haya notado cambios espectaculares.
Lo que de verdad me sorprendió mucho cuando lo saqué del packaging fue el tamaño tan diminuto del bálsamo para el contorno de los ojos, sí ese que me pongo por las noches. Cuesta lo mismo que el serum (52,50 euros/15 ml), pero no se, al tener una textura más parecida a la del resto de las cremas y tratamientos de Clarins parece "más bueno". Al parecer, la cera esencial de rosa asociada a la vitamina E consolida el conjunto de la arquitectura dérmica, y previene la formación de radicales libres, que son los responsables del envejecimiento.
Yo, lo único que se, es que nutre muy bien esta zona tan delicada del rostro, y que cuando me lo aplico siento una inmediata sensación de bienestar. Para comprobar lo del efecto lifting, imagino que tendré que insistir un poquito más.
El producto nos ha sido cedido para la prueba por Clarins. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.
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