Hace unos días hablábamos del colorete amarillo. ¡La locura de las locuras! Muchos artistas del maquillaje han tratado de convenceros para que sustituyamos el iluminador por colorete amarillo para darle un twist original a nuestros looks. Pero no han tenido mucho éxito, viendo los resultados no nos convencen. Más que brillo natural en la cara parece que tienes una alergia o eres un Pokemon. Al blush amarillo decimos no, pero a estas 5 formas de incluir el amarillo en nuestras vidas nos apuntamos deprisa y corriendo.
Eyeliner amarillo
El delineado del párpado acepta muchísimas variaciones, pues es un detalle tan sutil y sencillo que es susceptible de lo que sea: purpurina, lunares y mil colores. El eyeliner amarillo puede hacer destacar mucho nuestra mirada y darnos un toque más desenfadado y veraniego de cara a esta temporada, cuando los tonos ácidos y cálidos apetecen más que nunca.
Sombras amarillas
El efecto es similar al del eyeliner anterior, pero más llamativo y contundente. Ilumina nuestra mirada y nos da un efecto muy juvenil y divertido. Es genial como alternativa a los looks dramáticos de noche, perfecto para usar durante el día. En pieles morenas destaca mucho más y se puede jugar con él y otros colores, como el rosa o el naranja, para crear sombras tan preciosas como la tendencia atardecer que vimos hace unas semanas.
Bajo el ojo y en el lacrimal
Un pequeño detalle de color para los que no quieran renunciar al eyeliner clásico en color negro, pero quieran añadir un toque funky y de luz a sus ojos. En el caso del lacrimal se puede optar por mezclar con iluminador dorado para potenciar más el efecto intenso de la mirada.
Manicura amarilla
La manicura amarilla es un sí rotundo, ¡las uñas de este color son lo más esta primavera! Ya sea en formato mate, llenas de brilli-brilli o con detalles de prints, geometrías o formas sinuosas. Sea como sea, incluye el amarillo en tus manos porque lo petarás con él.
Melenaza amarilla
Ojo, que hablamos de amarillo y no de rubio. Una diferencia sutil en teoría que al verla en la práctica se hace bastante notable. Ni amarillo pollo ni rubio platino. No, amarillo como el color, así de vibrante y contundente. Y sienta de lujo a las que son rubias, añadiendo un pop de color que se ve a la legua. ¿Cuál de todos los amarillos será el que pruebes esta primavera?
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