No hace falta gastarse un dineral a la hora de comprar una mascarilla que le venga bien a nuestra piel. Las recetas caseras han existido siempre en el baúl de nuestras abuelas, y muchas de ellas tenían mejor piel que nosotras, que estamos llenos de estrés, polución y tabaco. Hoy os dejamos tres, para todos aquellos que queráis probarlas en vuestra propia casa.
Para pieles grasas, una mascarilla astringente: Haz zumo de medio limón y mézclalo con la clara batida de un huevo. Se puede dejar toda la noche o bien 15 minutos y quitarla después con agua templada. Tiene un efecto anti-grasa, así como limpiador y aclara la piel.
Para pieles rugosas o secas, una mascarilla de aguacate: Tritura la carne interior de un aguacate y ponte la mezcla en la cara, dando un pequeño masaje. Déjala actuar durante 15 minutos y enjuaga, como siempre, con agua templada.
Por último una mascarilla exfoliante: Mezcla 3 cucharadas de copos de avena y déjalos reducidos a un polvo fino. Añade una cucharada de miel y tres rodajas grandes de piña en trocitos. Mézclalo todo hasta que te quede una pasta fina. Es aconsejable aplicar con una brocha, ya que es un poco difícil hacerlo con los dedos. De nuevo retírala con agua templada tras 15 minutos.