Aunque me gusta cambiar a menudo de esmaltes de uñas y soy de quienes nunca tienen suficientes dedos ni colores diferentes, cada temporada suelo tener uno o dos favoritos, colores que repito y repito y repito. Este otoño mi primer favorito es el color burdeos (borgoña o granate) que veis en la imagen principal.
No estoy muy segura de qué ha pasado, porque los rojos, desde los anaranjados hasta los profundos granates, nunca suelen gustarme. Creo que nunca he usado un esmalte rojo rojo. Pero fue ver el tono Brilliant Bordeaux de Sally Hansen y no poder resistir.
Había oído mucho de Sally Hansen pero no había tropezado con sus esmaltes hasta que llegué a EEUU. Vosotras dijisteis que es posible encontrarlos en España, aunque yo nunca los ví. En Chile encontré esmaltes de tratamiento, pero nada de color. Y estoy contenta de haberlos probado, porque me han gustado sus resultados.
Brilliant Bordeaux pertenece a la línea Diamond Strength Nail Color, que además de dar color promete ayudar a prevenir roturas en las uñas. Y tiene pequeñas partículas brillantes que reflejan la luz, produciendo el famoso efecto "multidimensional".
En la foto superior podéis ver las partículas brillantes en acción. El efecto solo es apreciable cuando las manos están al sol; en la sombra el esmalte parece ser cremoso, aunque con un acabado brillante, como podréis ver en la foto un poco más abajo de este párrafo.
Y antes de hablaros de la duración, he de mencionaros lo que menos me ha gustado de este esmalte: no es muy cubriente. Si tenéis mal pulso o no sois muy diestras al aplicar el esmalte, quedan zonas donde el color es más intenso. A la segunda capa no es mucho lo que se notan, especialmente si aplicáis una capa gruesa, pero si sois perfeccionistas como yo, os molestará.
Solo me queda hablaros de la duración. Este es uno de mis esmaltes favoritos en cuanto a duración: 4 días intacto y al quinto día solo las puntas un poco blancas. En el post os muestro mis uñas tal como están, hoy domingo, después de haber sido pintadas el miércoles en la tarde.
Casi se me queda en el tintero el efecto anti-roturas. Lo cierto es que mis uñas no se suelen quebrar, su debilidad (producto de mi mal hábito de morderme las uñas) es que se doblan fácilmente. Sí parecen más firmes con el esmalte, pero no os puedo asegurar que no pase lo mismo con cualquier otro esmalte.
En suma, estoy contenta con esta compra. Después de todo, para un esmalte que en EEUU es fácil de encontrar y que vale alrededor de 4 dólares, más o menos unos 3 euros, no está nada mal.
Contadme, ¿qué colores usáis ahora que viene el otoño? ¿Los mismos del verano? ¿O cambiáis de tonalidades?
Más información | SallyHansen.com En Trendencias Belleza | Mis uñas esta semana, color turquesa