A pesar de que el tiempo diga lo contrario, la primavera ya está aquí y como cada año hay que comenzar con la operación bikini. Sabemos de sobra que lo ideal es prepararnos durante todo el año para poder lucir palmito los meses de verano, pero la realidad es que durante los meses de invierno los buenos hábitos deportivos y alimenticios cuestan un poco más. Por eso, mi fecha límite para empezar con la operación bikini es el 1 de abril, cuando todavía estamos a tiempo de tomar medidas (nunca mejor dicho).
La mayoría de nosotras disfrutaremos de la playa en los meses de julio o agosto, de modo que desde el 1 de abril disponemos aún de tres meses para ponernos las pilas. Esto no quiere decir que en 90 días tengamos que hacer lo que no hemos hecho en todo el año, pero puede ser buena idea marcarnos un punto de inicio de buenos hábitos para llegar bien a la playa y a las pisicinas. Dicho esto, veamos qué tenemos que hacer (do's) y qué no debemos hacer (don'ts) a la hora de prepararnos para el verano.
Do's: lo que debes hacer
Marcarte objetivos realistas: siéntate a pensar y haz una lista de lo que quieres conseguir. Piensa cuáles son tus objetivos concretos para este verano, con cifras: es decir, que no sea "bajar de peso", sino "bajar x kilos". Y que sea realista: lo normal cuando se hace dieta y ejercicio es bajar 500 gramos a la semana (2 kilos al mes). Nos quedan tres meses por delante: llegar al verano con 6 kilos menos no estaría nada mal.
Tener un plan de acción: organízate, tanto en tus entrenamientos como en tus comidas. Prepara una lista de la compra antes de ir al súper para evitar caer en la tentación de comida basura. Planifica tus entrenamientos por tu lado o con ayuda de un entrenador personal: no entrenes a lo loco, sino de forma organizada para alcanzar tus objetivos.
Cambia pequeños hábitos: una pequeña modificación en tu día a día puede significar un gran cambio en tu cuerpo. Cambia el ascensor por las escaleras, bájate una parada antes del autobús o del metro y ve caminando, haz la compra en el mercado en vez de en grandes superficies, opta por la versión integral de los alimentos... Son cosas insignificantes por sí solas, pero todas juntas y mantenidas en el tiempo pueden suponer un gran cambio.
Don'ts: ni se te ocurra
Matarte todos los días en el gimnasio: y no dejar descansar a tu cuerpo. Vale que al principio siempre comenzamos con mucha energía y queremos comernos el mundo, pero el descanso también es necesario. No hace falta que hagas una clase de Body Pump, dos sesiones de spinning y, para rematar, cientos de abdominales. Es más, es posible que este tipo de actitud sea bastante contraproducente. Ve con calma: intenta entrenar al menos tres días a la semana, y combina actividades cardiovasculares con el trabajo en sala de pesas.
Embarcarte en una dieta restrictiva y absurda: huye de todo lo que comience con "dieta de" lo que sea. Por normal general, este tipo de dietas se basan en un solo alimento (dieta de la sandía, dieta de la alcachofa), o bien eliminan por completo un macronutriente de nuestra alimentación (dietas hiperproteicas): quizás bajes 3 kilos la primera semana, pero generarás un déficit de nutrientes en tu cuerpo y, por supuesto, conseguirás un bonito efecto yoyó recuperando los kilos perdidos más alguno de regalo. Alimentación equilibrada, sana y sin excesos: esa es la clave.
Echar a perder una semana de entrenamiento y dieta en el fin de semana: hay mucha gente que me pregunta "¿pero la dieta me la puedo saltar el fin de semana?". Si estás tomando medicamentos, ¿te saltas las tomas el fin de semana? Pues es lo mismo. Si tu dieta es variada y equilibrada, lo más seguro es que ni siquiera tengas ganas de saltártela: comer de forma sana no tiene por qué ser un castigo. Una comida trampa a la semana no está mal, pero no te dediques a comerte todo lo que pase por delante durante dos días. Y ojo con el alcohol: ya sabes que son calorías vacías.
Must's: lo que no puede faltar en tu operación bikini
Motivación: busca tu inspiración para llegar a tu meta. Puedes encontrarla en fotos antiguas, en revistas... pero la motivación más importante es la que viene de ti misma.
Convéncete de que "si quieres, puedes": todo depende de ti, de lo motivada que estés y de tu fuerza de voluntad. Creer verdaderamente que puedes alcanzar tus objetivos es tener la mitad del camino hecho.
Rodéate de gente que te apoye: busca ánimo y apoyo en tu círculo de amigos, en tu familia, en tus compañeros de trabajo... Y si de paso les convences para que comiencen la operación bikini contigo, mejor que mejor: en compañía siempre es más fácil y divertido.
Hasta aquí nuestra pequeña guía para comenzar con la operación bikini. ¿Listas? ¡A por todas!
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