Los albaricoques solo los encontramos frescos durante una temporada al año, sin embargo hay otra manera de consumirlos estando desecados, los llamamos popularmente "orejones". Esta fruta consumida de esta manera esconde muchísimos beneficios para nuestro organismo, dentro de la fruta desecada son los ejemplares menos dulces y los más ricos en proteínas.
Vitamina A. Un puñado de orejones al día te proporcionará una fuente extra de betacarotenos, tu piel estará tersa y suave. Además su contenido en hierro te ayudará a tener más energía.
Fibra soluble. Los orejones disminuyen la absorción a nivel intestinal de grasas, entre ellas el colesterol. Consumidos con un vaso de agua te ayudaran a acelerar el ritmo intestinal.
Potasio. Esta fruta multiplica por cinco la cantidad de potasio que llevan los plátanos, viene ideal para las personas que retienen líquidos. Si estás a dieta con tomarte uno o dos al día será suficiente.
Pero no solo para ganar en belleza vale esta fruta, está muy aconsejada para los niños, las personas con alguna enfermedad oncológica y deportistas. Lo mejor es que están disponibles todos el año y no son muy caros.