Algo que siempre se debe de llevar en el bolso y más cuando una va de boda, bautizo o comunión donde el maquillaje debe aguantar muchas horas bajo nubes de humo, calor y humanidad, son los papeles matificantes.
Los papeles matificantes se encargan de absorber la grasa que desprende la piel después de muchas horas bajo la capa de maquillaje y bajo condiciones que hacen que la piel intente respirar. Para que la piel se mantenga limpia y luminosa no tenemos que tapar los poros para mantenerlos limpios y para que la piel pueda “respirar” bien.
Al pasar mucho tiempo con el maquillaje puesto y el poro taponado, la piel intentará respirar eliminando el sebo y las bacterias producidas. Entonces es, cuando se ven los brillos encima del maquillaje y el maquillaje prácticamente desaparecido. Para combatir este brillo de la piel, solo es necesario tener los papeles matificantes a mano.
El forma de utilizar estos papeles es:
- Primero, coge un papel matificante por su zona mate y ve dando toques por todo el rostro, sobretodo por la zona T (frente, nariz y barbilla) que es donde más se concentra el sebo. Si te fijas en el papelito, después de haberte dado los toques, puedes apreciar que el papel es casi trasparente (esto es debido a la grasa que ya ha absorbido).
- Y, segundo, si tienes polvos compactos a mano, date otra pasada por el rostro para matificar de nuevo la piel.
Los papeles son de un único uso, una vez que el papel está lleno de grasa, ya no absorberá más. Si necesitas utilizar más de un papel para retirar bien el sebo, utilízalo porque es algo que si no eliminas todo el posible, al ratito, volverá a salir.
Los papeles matificantes están bien, pero no lo veo como una alternativa a los polvos. Por mucha grasa que absorban, el maquillaje no va a quedar igual que como si nos echamos polvos.