No hace falta que os anuncie que la diseñadora de estos vestidos es Agata Ruíz de la Prada. Colores ácidos, rojos y azules en franjas monocolor bien delimitadas, ella ve la vida así de alegre y cómoda. Siguiendo la tendencia de colores cálidos para la sombra de ojos, escogió tonos rojos anaranjados o fucsias intensos para el maquillaje de ojos.
Es una de las dos tendencias en maquillaje. Protagonismo en los ojos con sombras coloristas y labios nude o, por lo contrario, protagonismo en los labios con colores negros y un maquillaje de ojos donde el perfilador negro es el rey. A Ágata le pega el primero como anillo al dedo.
La sombra de ojos ya no está en el límite inferior de las cejas, el color las sobrepasa en el extremo del rabillo del ojo. ¿Porqué no? Es divertido, rebelde, rompedor. Si te maquillas con un color tan visible y poco tradicional, ¡rebasa los límites del párpado fijo!. No apto para estilos elegantes ni para looks discretos.
En cuanto al peinado, también tendremos dos extremos donde elegir: o bien la coleta baja o totalmente levantada en un recogido a lo Masai. En este ejemplo, terminando con una trenza de espiga.
Estos recogidos hacia arriba favorecen mucho a las mujeres con papada en el cuello, las estiliza. Un look algo étnico que me gusta y unos colores que son un soplo de optimismo y alegría en cuanto empieza la estación del sol.
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