Primor tiene una mascarilla facial cargada de probióticos capaces de restaurar la flora cutánea y cuesta menos de 2 euros

Cada vez oímos más hablar de la importancia que tiene una microbiota equilibrada para evitar ciertas enfermedades, como es el caso del SIBO. Y aquí es donde entran en juego los probióticos, que son microorganismo vivos capaces de reforzar la flora intestinal. Ahora bien, algo que también debemos tener en cuenta, es que esa microbiota también se encuentra presente en la piel.

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La microbiota cutánea está formada por microorganismos variados: bacterias, virus, hongos y ácaros que protegen nuestra piel. El problema viene, cuando hay una sobrepoblación de alguno de ellos y la función barrera de la piel se altera. Por eso, además de los probióticos orales, son muchos los cosméticos que apuestan por añadir probióticos a sus fórmulas, capaces de equilibrar la flora cutánea desde fuera.

Uno de esos productos con el que nos hemos topado en Primor, es la mascarilla facial Tissue Mask de Garnier, que precisamente cuenta con 2 millones de fracciones de probióticos para reparar intensamente la piel y ayudar a equilibrar la flora cutánea. Y de esta manera junto con el manto hidrolipídico, formar un escudo protector.

Es una mascarilla indicada para todo tipo de pieles, incluso las sensibles o alteradas. Tras quince minutos de uso, la piel se sentirá calmada, descongestionada y con un extra de hidratación que hará que la piel se vea jugosa (que no grasa). Además, es una mascarilla que también agradecerán las pieles apagadas ya que potencia la luminosidad y la frescura del rostro.

Gracias a su fórmula, en la superficie potencia la reparación natural de la piel y ayuda a reforzar su barrera. Pero desde el interior, bloquea y restaura la hidratación de la epidermis, algo que durante los días de frío viene especialmente bien para evitar la deshidratación. Su precio 1,99 euros.