Este verano os hablamos de la primera andadura de la firma italiana Bottega Veneta en el mundo de los perfumes y hoy ya con el perfume en nuestras manos podemos daros nuestra opinión.
Se trata de un perfume bautizado con el mismo nombre de la firma: Bottega Veneta. En él queda marcado el mimo y el detalle que rodea a este perfume inspirado en los aromas de la campiña veneciana. ¿Queréis saber a qué huele Bottega Veneta?
Lo primero que nos llama la atención es el envase, un frasco de forma rendodeadas donde la luz le hace resaltar una tonalidad nude beige y donde vemos como una cinta de cuero adorna el tapón reforzando la imagen de exclusividad y elegancia.
En su interior esconde una fragancia nada común, y muy recomendable. Se trata de un perfume floral-chipre que arranca en su entrada con notas de bergamota y pimienta rosa, notas medias de jazmín y ciruela y un toque final de pachulí, musgo y cuero.
Aunque al inicio parezca una fragancia fresca lo cierto es que se torna rapidamente en una fragancia floral donde al final el cuero gana en intensidad lo que le convierte en un perfume único y reconocible, con una muy buena fijación. Reconoco que a pesar de su intensidad no se me hace pesada, sino todo lo contrario, muy agradable y distinta.
En cuanto a los formatos del perfume lo encontraremos en tres tamaños de 30 ml (53 euros) 50ml (75 euros) y 75 ml (95 euros), unos precios que quizás a simple vista nos parezcan un tanto elevados.
Por cierto, la imágen de este perfume es Nine D´Urso hija de la que fuera musa de Chanel Inés de la Fressange. Una belleza joven y fresca, alejada de de la exhuberancia y la sofisticación, así es este perfume de Bottega Veneta que tiene todos los visos de acabar convirtiéndose en todo un clásico.
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