Probamos el quitaesmalte sin acetona de LOLA Make-Up

Hace unos días ya os hablábamos de algunos de los nuevos quitaesmaltes que hay en el mercado que no contienen acetona, entre ellos, éste de LOLA Make Up que hemos tenido la oportunidad de probar.

Por ello, qué menos, que una vez que lo hemos examinado, daros una opinión personal de lo que me ha parecido, mis impresiones y resultados. Así que veamos.

Composición y objetivos del quitaesmalte sin acetona LOLA Make Up

Como os comento, la principal novedad de este quitaesmalte es el no contener acetona, pero además está enriquecido con Panthenol para nutrir y suavizar las uñas. Según el envase, y como podéis observar, sus componentes son: Butanone, Propan-2-OL, Ethyl Acetate, Aqua, C.1 Basic Violet 11:1 y el Panthenol.

Se trata por lo tanto, de una fórmula que pretende eliminar eficazmente el esmalte de uñas, incluso, el de las uñas acrílicas, pero cuidándolas sin sufrir los estragos de la acetona.

Los beneficios de usar un quitaesmalte sin acetona son claros, más allá de que no huelen tan fuerte y que a mí hay veces que me lloran hasta los ojos. Y es que con estos productos evitaremos que se rayen o se nos resequen las uñas y cutículas, además de que se reblandezcan y se hagan más frágiles. Es decir, que conseguiremos unas uñas más fuertes, nutridas y cuidadas.

Mi experiencia con el quitaesmalte sin acetona de LOLA Make Up

Yo no sé vosotras, pero con el ritmo de vida frenético que llevo, sólo puedo dedicar un día a la semana a mis uñas. El esmalte me aguanta perfectamente siete días (salvo situaciones excepcionales) y mis cutículas las controlo a base de cremas hidratantes y de algún pequeño retoque. Deciros, que siempre uso cuatro capas en mis uñas: una base, dos manos del esmalte elegido y, por último, el top coat.

Dicho esto, he de decir que me gustó la idea de empezar a usar este tipo de quitaesmaltes. Sí que había probado alguno con anterioridad, pero nada que merezca la pena resaltar. En general, me ha gustado la experiencia, noto que las uñas las tengo más fuertes y menos quebradizas, el aroma es mucho más agradable y no se me resecan tanto las cutículas.

Por otra parte, como inconveniente, veo que me cuesta muchísimo quitar el esmalte, vamos que no tiene el poder de un quitaesmalte con acetona que según pones el algodón con el producto ya se retira todo con facilidad. Aquí hay que tener mucha, mucha más paciencia y yo, para estas cosas, soy muy impaciente. Hay que insistir bastante para quitar el esmalte, restregando el algodón una y otra vez. Bien es cierto, que a mí me cuesta más por el hecho de que uso cuatro capas de productos, a alguien que use una sola o dos, le costará menos. Y claro, para el tema de las uñas acrílicas tiene que ser mucho más difícil.

Eso sí, una vez que lo consigues quitar, la uña te queda muy bien, muy limpia, suave, sin olor de esos que te tiran para atrás y la notas nutrida. En general, como comento, este quitaesmalte es bueno, mucho mejor que uno con acetona, pero me desespera un poco tardar tanto. ¿Merece la pena perder tiempo en la retirada del esmalte para tener una uña más cuidada? Pues sí, la belleza requiere su tiempo, definitivamente.