Reconozco que cada vez me resisto menos a probar nuevas máscaras de pestañas y novedad que aparece, novedad que necesito probar en búsqueda de unos resultados perfectos en mis pestañas.
Mi última adquisición ha sido ésta que veis en la imagen de la firma Maybelline, concretamente el One by One Volum’ Express, aunque también lo podréis encontrar en el mercado con la denominación de Pestaña a Pestaña.
Esta máscara posee el mismo packaging que todos las máscaras de Maybelline de la serie Volum’ Express como son la Colossal o Efecto Pestañas Postizas de la que ya os hablamos en Trendencias Belleza. ¿Pero qué ofrece ésta máscara que no posean el resto de su compañeras de gama?
Esta máscara promete volumen como todas las de la gama pero no de forma desmesurada como sus compañeras sino que se centra más en evitar los incómodos grumos que casi siempre acaban apareciendo en nuestras pestañas con la mayoría de máscaras.
Para ello la máscara se apoya en el cepillo, el punto fuerte sin duda del producto y elemento diferenciador respecto al resto de máscaras de la gama.
Su cepillo es bastante especial a diferencia de sus hermanos (de los que ya os hablé que tenían forma de cuchara) este cepillo tiene forma como de pelota de rugby con cerdas de goma y muy cortitas que sin estar muy pegadas entre sí, sí que parece bastante tupido.
Desde la primera aplicación se consigue un buen resultado, sobre todo en definición, no deja casi grumos aunque si aplicamos muchas capas sucede como todoas las máscaras, que se va acumulando algo de producto en las puntas de las pestañas.
A pesar de este pequeño inconveniente la verdad que se consigue un buen resultado, con un volumen también bastante bueno, nada exagerado pero con unas cuantas aplicaciones el resultado está bien.
Un inconveniente del cepillo es que al ser tan gordito cuesta algo más que con otros cepillos acercarte bien a la raíz de las pestañas y entonces cuesta más conseguir curvatura en las pestañas, por ello el cepillo de cuchara hacía más facil esta tarea y curva muy bien, cosa que con esta no he podido conseguir igual de bien.
Algo que me gusta es que no se va desprendiendo el producto dejando las antiestéticas virutillas negras bajo el párpado, cosa que ocurre también con multitud de máscaras, incluso de alta gama.
Digamos que se fija bien a las pestañas pero a la vez se elimina perfectamente con una buena jabonada, aunque también encontraremos el producto en su versión waterproof.
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