“Para mantener o conseguir una piel joven más tiempo”. Hemos oído y leído esta frase hasta la saciedad. Es el objetivo más importante en cosmética y, cuando no lo conseguimos, recurrimos al maquillaje. Pero ¿cómo definimos una piel joven?
Redactando el post, escribí joven y bella. En realidad sería una redundancia porque el hecho de que una piel luzca bella ya forma parte del pack piel joven. Cuando miramos nuestras propias fotos de jóvenes vemos esa diferencia de calidad de piel (¡qué rabia da a veces!). Vemos que era más uniforme y lisa, incluso más luminosa.
Son las tres características principales de una piel joven, independientemente de la edad que tengamos. Si padecemos acné en plena adolescencia, nuestra piel será visiblemente más joven a los 22 años, por ejemplo, por la ausencia de acné. Repasemos estos tres puntos.
Piel uniforme
El primer punto es mi talón de Aquiles por las manchas oscuras producidas por la exposición al sol. Una piel uniforme es la que tiene el mismo color en todo el rostro. No tiene zonas más claras ni más oscuras, incluída la zona de las ojeras. Tampoco se ve afectada por cicatrices ni imperfecciones producidas por granitos o rojeces. ¡No os toquéis ni hagáis explotar granos y puntos negros!
La cosmética que nos ayuda a mantener la piel uniforme más tiempo es el batallón de exfoliantes físicos, peelings químicos, cosmética blanqueante y aclarante. Los inventaron no solamente para alisar la epidermis sino también para mantener o intentar devolver la uniformidad a nuestra piel.
Piel luminosa
Una piel joven es una piel saludable, con ese tono rosado de buena cara que buscamos siempre y que compensamos la ausencia con maquillaje. Una táctica realmente reparadora en caso de necesitarla es una dieta adecuada. Aunque gracias al maquillaje por estar en el neceser muchos días del año.
La luminosidad natural de una piel joven es lo contrario al estrés, a las tensiones, al exceso de trabajo y nervios. También afecta a la luminosidad el tabaco, el alcohol, una limpieza poco rigurosa. Cuando estamos felices, se nos nota en la cara. ¡Que se lo cuenten a las embarazadas, reciben muchos piropos!
Si practicamos deporte, nos tomamos el desayuno con calma y no nos marcamos metas inalcanzables, la luminosidad se verá recompensada. Otras causas de pérdida de luminosidad pueden ser una enfermedad o una mala alimentación. Para intentar recuperarla tenemos la cosmética revitalizante, anti-estrés, oxigenante.
Piel lisa
Si conseguimos los dos primeros puntos pero tenemos una piel arrugada o flácida, tampoco podremos decir que nuestra piel es joven. El paso del tiempo es por supuesto un factor clave pero hay otros que pueden restar juventud a una piel prematuramente.
Una piel lisa es una piel bien estirada, tensa. Si has estado haciendo dietas yoyo, malo. Si has pensado en adelgazar muchos kilos (siempre con supervisión de un especialista), cuenta con un tratamiento reafirmante durante la dieta. La piel va a notar el cambio y va a arrugarse o a perder elasticidad.
Hay personas que acusan los problemas y el estrés con la piel: se les arruga la cara, pasado el disgusto vuelve a su estado inicial. Pero no todo es flacidez y redensificación lo que necesitamos: las pieles más secas se arrugan y las expresiones repetidas se marcan en la frente de otras. Todo ello resta alisamiento en una piel.
También podemos recurrir a la cosmética para paliar el problema: la cosmética reafirmante, redensificante y antiarrugas sirve para alisar la piel en la medida de lo posible. Y algo que necesitan todas y que ayuda a distintos niveles es la hidratación: bebe agua cada día para mantener la piel joven.
Foto | Kevin Wang, akk_rus
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