Todas y todos queremos tener una piel luminosa, la publicidad nos promete con sus cremas y productos una mayor luminosidad. ¿Pero qué es exactamente una piel luminosa?, pues es la capacidad que tiene la piel para reflejar la luz. Fijémonos en la gente que nos rodea, hay pieles que bajo una misma luz no reflejan nada y otras sí, se ven brillantes (no grasientas) de una transparencia increible.
Por lo que yo he observado no siempre las pieles más jovenes son las que más reflejan sino más bien se debe al tipo de piel que se tenga, o sea la calidad de ésta. Normalmente las pieles finas, sensibles y claras suelen ser las más luminosas.
También debemos tener en cuenta que una piel cuando no está bien límpia y exfoliada hace que los poros se obstruyan apareciendo los puntos negros y la escamación, no dejando pasar la luz y entonces la piel se ve apagada y sin vida.
Muchos otros factores son los causantes de que nuetra piel se vaya apagando lentamente, es evidente que el paso del tiempo hace que nuestra piel se vuelva más seca y deshidratada, pero casi todos los dermatólogos están de acuerdo en que el Sol es el mayor causante del deterioro de la piel.
Por eso mismo no debemos olvidarnos nunca de la protección solar, ya sea verano o invierno, haga Sol o no. En la actualidad hay protectores solares que no sólo cuidan sino que a la vez iluminan dando a nuestra piel un aspecto nacarado como las perlas.
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