Cuando Robert Dumas creó el bolso Kelly en 1930 de Hermès ya le puso el candado, que se ha convertido hoy en día en uno de los atributos más preciados de la firma. Este es un detalle que acompaña a casi todos los bolsos y maletas de la maison.
En el año 2007 Hermès Parfums lo transformó en un frasco que desprendía misterio a raudales y que en su interior descansaba el perfume Kelly Calèche. El extracto se vaporiza desplazando el anillo de este objeto.
En 2012, el candado se desdobla y la oferta se amplía. A la versión plateada inicial se suma otra, la dorada. Además, los candados pasan a ser los frascos de todos los extractos de perfumes femeninos de la casa Hermès: 24 Faubourg, Kelly Calèche, Eau des Merveilles y Calèche.
Estos originales frascos se encuentran disponibles en las boutiques Hermès y en según qué perfumerías por el valor de 147 euros. Un objeto de deseo al alcance de muy pocas. ¿Qué os parece?
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