Abusar de los polvos para matificar puede hacer que la piel no se vea bonita ni demasiado sana. Es de sobra conocido que hay pieles muy grasas que no consiguen una base de maquillaje que les controle los brillos, por lo que no les queda más remedio que recurrir a los polvos para conseguir controlar esos brillos antiestéticos.
Pero un uso en exceso no sólo hace que el efecto sea muy recargado y artificial sino que la piel pierde frescura y luminosidad. Las pieles más saludables son luminosas, se ven elásticas y jugosas y poseen un aspecto satinado.
Si tu piel es grasa intenta empolvar sólo las zonas más conflictivas como la zona T y no aplicar por todo el rostro. También es muy recomendable antes de maquillarnos usar algún serum o crema que matifique esos brillos y aplicar un producto iluminador en aquellas zonas más prominentes para conseguir un efecto de piel luminosa.
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En Arrebatadora | Maquillar una piel blanca no es tan difícil, Cómo aprovechar los polvos compactos que no son de tu tono