La base de maquillaje es el producto clave dentro de nuestro ritual de maquillaje. Si no acertamos con este producto nada se verá bien por muy diestras que seamos con el contouring o con el delineado.
De hecho estoy segura que en más de una ocasión has estrenado esa base que tanto te gustaba y cuando te la has aplicado te das cuenta de que no se te veía tan bonita como imaginabas, por mucho que te la hubieras probado horas antes en la tienda. Hoy te vamos a dar siete razones por las que tu fondo de maquillaje puede que no te quede bien como pensabas y de paso te ayuden a acertar de pleno en tu próxima compra.
No elegir la base adecuada
Aunque parezca algo muy básico muchas veces no elegimos adecuadamente la base de maquillaje en relación a nuestro tipo de piel. Hay personas que no necesitan bases que les controlen los brillos pero les gusta el acabado mate por lo que al final escogen bases que les van a secar y crear un efecto acartonado cuando en realidad necesitan hidratación o nutrición.
Por este motivo es importante saber elegir bien la base de maquillaje y fijarse en la propiedades de la misma, ya que en la actualidad hay fórmulas muy novedosas capaces de controlar brillos pero a la vez aportar hidratación, acabados mates sin resecar la piel e incluso bases muy luminosas pero capaces de controlar los brillos y no aportar grasa.
Ojo, que algunas se oxidan
Sí, puede que hayas elegido el tono que más se asemeja al de tu piel, que nada más aplicártela hayas visto como se integra y estás encantada. Pero al cabo de unos minutos vuelves a mirarte al espejo y ¡sorpresa! Te ves el tono demasiado subido y esa naturalidad que tanto te había gustado ha desaparecido por completo para dar paso a un tono demasiado amarillo, anaranjado o rosado, así que sintiéndolo mucho debemos decirte que tu base de maquillaje se ha oxidado.
Por este motivo debemos saber que hay bases de maquillaje que con el paso del tiempo (normalmente unos minutos) se van oxidando y ese será el tono real definitivo y es algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de escoger el tono.
También es cierto que hay bases de maquillaje que apenas se oxidan pero una vez más no podremos descubrirlo hasta que no la probemos, así que nuestro consejo es o bien conseguir una muestra del tono que crees que se asemeja a tu tono de piel o bien pedir si puedes probar la base directamente sobre el rostro (y parte del cuello) y ver como actúa. Así no sumarás una base más al cajón de las bases confinadas.
Tener en cuenta la luz
Tienes una boda al aire libre, ya has escogido tu look y has probado antes la base de maquillaje, en el rostro como hemos recomendado y el tono se ve perfecto, no aprecias ningún corte entre el cuello y el rostro pero... sales a la calle y resulta que no te ves igual de bien, el tono que parecía el tuyo resulta que no se ve tan perfecto y en el cuello donde pensábamos que no había corte resulta que sí. Eso se debe a que lo que vemos bien bajo una luz artificial puede puede que no se vea igual de bien bajo la luz natural.
Para que no haya ningún margen de error lo ideal es probar la base de maquillaje a la luz del día y por supuesto natural, sí esa luz que no perdona una... pero por eso mismo motivo si el fondo de maquillaje elegido se ve perfecto tanto en textura como en tono también lo hará bajo cualquier luz.
Demasiada cantidad
El rezo de menos es más en este caso también se debe seguir, lo único que vamos a lograr si aplicamos demasiado producto sobre la piel es un resultado feo y muy poco natural. Hay pieles que abusan de bases demasiado cubrientes cuando en realidad no lo necesitan y hay otras pieles que sí necesitan cubrir más imperfecciones y lo quieren lograr a base de aplicar capa tras capa y eso en un error.
Lo ideal es aplicar la base de maquillaje en una fina capa para unificar el tono y corregir esas pequeñas imperfecciones que con la base ya se camuflan. Ahora bien si se necesita corregir imperfecciones más intensas no hay que caer en el error de insistir con más base porque lo único que vamos a lograr es que se noten más.
Lo ideal es ayudarse de los correctores, primero porque los hay específicos para diferentes problemas y segundo porque con muy poca cantidad cubren muchísimo más y por supuesto solo aplicar en la zona que se necesite para no perder el resultado fresco y natural.
Adiós pereza, cuida tu piel
Te aplicas la base de maquillaje y de repente como arte de magia ves que tu piel se ve mucho más seca, con pielecitas e incluso con algunos parches secos. Puede ser culpa de la base, que no se trata de la adecuada para tus necesidades pero también se puede deber a que tu piel no esté recibiendo los cuidados adecuados.
Cuanto más sana y bonita esté la piel mejor quedará la base de maquillaje, eso está claro. Para lograrlo solo hay una manera, cuidar la piel diariamente y usar los productos a tu tipo de piel
Uno de esos pasos de gran importancia es la limpieza, cuanto más limpia tengamos la piel de impurezas mejor textura lograremos, eliminando así puntos negros, granitos y los poros se verán más cerrados.
Otro paso que puede hacer mucho por nuestra piel es la exfoliación, sobre todo para quienes sufren de pielecitas, tan antiestéticas y que se marcan aún más cuando se aplica la base de maquillaje. Al igual que una buena hidratación/nutrición, si la piel está perfectamente condicionada lo más seguro es que se mantenga a raya el tema de la sequedad y por ende el tema de las pielecitas.
Demasiados polvos
A veces observo a personas aplicarse la base de maquillaje y acto seguido aplicarse polvos sueltos o compactos como si no hubiese un mañana. La realidad es que no siempre es necesario sellar todo el rostro pero en caso de hacerlo debe de ser de una manera muy suave como un fino velo. A mí personalmente no me gusta aplicarme polvos por todo el rostro porque la piel pierde toda la luz y la jugosidad de una piel fresca y por supuesto el efecto de segunda piel que tanto nos gusta no se consigue.
Lo ideal es sellar solo las zonas más conflictivas como suele ser la zona T o bajo los ojos para que dure más el corrector pero en otras zonas no es necesario porque como decimos queda muy bonito que haya puntos con luz natural. Además si por ejemplo aplicamos blush en polvo en las mejillas o los pómulos esa zona ya la estamos sellando por el acabado del producto.
Las herramientas son importantes
Otro punto importante a la hora de lograr que la base de maquillaje se funda sobre la piel y por tanto se vea preciosa, es elegir correctamente las herramientas con las que la aplicamos.
Por un lado tenemos las brochas que son muy prácticas, se aplica la base de forma muy rápida y se logra una mayor cobertura que con las esponjas. Lo malo es que el acabado no es el más pulido ya que se suelen notar las rayitas de la brocha. Pero me encantan para aplicar por el cuello y el escote, ya que ayudan a no dejar ningún corte.
Las esponjas son las que mejor acabado suelen dejar porque el resultado se ve muy uniforme y fresco pero también es verdad que se logra menos cobertura.
Por eso siempre hay que valorar el resultado que buscamos en cuanto a cobertura y para evitar marcas de brochas se puede pasar de forma suave una esponja para para pulir el resultado.
Foto | 80spurple
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