Joel Calata
EditorEl reconocido cantante de música regional mexicana, Gerardo Ortiz, se ha declarado culpable de conspiración por violar la Ley Kingpin de Estados Unidos, que prohíbe a personas y entidades estadounidenses realizar negocios con narcotraficantes y sus asociados. Esta declaración se produjo en el marco del juicio contra Ángel del Villar, director ejecutivo de Del Records, quien está acusado de mantener vínculos con el crimen organizado.
Ortiz admitió haber participado en al menos seis conciertos organizados por Jesús "Chucho" Pérez Alvear, promotor musical señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2018 por presunto lavado de dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
A pesar de las advertencias del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Servicio de Rentas Internas (IRS) sobre las implicaciones legales de trabajar con Pérez Alvear, Ortiz continuó realizando presentaciones bajo la dirección de Del Villar.
La confesión de Ortiz, mantenida en secreto hasta el 18 de marzo de 2025, salió a la luz durante el juicio contra Del Villar en una corte federal de Los Ángeles. El fiscal federal adjunto Alexander Schwab indicó que Ortiz cooperó con las autoridades y testificará en contra de Del Villar.
Las sanciones por violar la Ley Kingpin varían: se pueden imponer desde multas civiles de hasta casi millón y medio de dólares por infracción hasta penas penales más severas, incluyendo hasta 30 años de prisión. Aunque la cooperación de Ortiz con las autoridades podría influir en la sentencia, aún no se ha determinado si enfrentará tiempo en prisión.
Gerardo Ortiz, originario de Pasadena, California, ha sido una figura destacada en el género de los corridos, conocidos por narrar historias relacionadas con el narcotráfico. En 2016, fue arrestado en el Aeropuerto de Guadalajara acusado de apología del delito por el video musical de su canción "Fuiste mía", que fue criticado por promover la violencia contra las mujeres.
En 2016, el cantante generó indignación con el video de su canción, en el que se representa el feminicidio de una mujer como una especie de "venganza pasional". Debido a la polémica, las autoridades mexicanas lo arrestaron en Guadalajara, acusándolo de apología del delito. Aunque fue liberado poco después, el caso afectó gravemente su reputación.
Sin embargo, en 2011, después de una presentación en Colima, Ortiz fue secuestrado por un grupo armado, aunque posteriormente fue liberado con vida. Su chofer y un acompañante fueron ejecutados en el ataque. Aunque se dijo que fue víctima de la violencia del narcotráfico, algunos rumores apuntaban a que el incidente estaba relacionado con sus presuntas conexiones con ciertos cárteles.
Fotos de gerardoortizoficial
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