La piel es una caprichosa y sus caprichos suelen acarrearnos problemas de belleza que podemos solucionar con el maquillaje. Si te gusta llevar sombras oscuras, el hecho de tener una piel más pigmentada (más oscura) no tiene demasiada importancia. Pero si no te ves bien con looks de ojos oscuros, deberás contrarrestar el tono.
El caso es que una amiga lo tiene todo en su contra: un párpado oscuro y los ojos hundidos. Hasta hace poco, utilizaba una base de párpados como si fuera una sombra de ojos: así maquillaba el párpado sin sombra, que no le gusta nada. ¡Y le quedan preciosas: las beiges, las rosa pastel! Pero el polvo de las sombras le molesta. Y el tono de la base de párpados ya no le gustaba.
Entre las dos encontramos la solución: un iluminador en pincel como sombra de ojos. Es práctico, es rápido de aplicar y el color piel que escogió le encanta. El producto tiene esas partículas reflectantes de luz que le proporcionan buena cara, tanto en ojeras como en párpados puesto que utiliza el mismo. Y no tiene el brillo ni el polvo (ella le llama el talco brillante) de una sombra perlada. Ha encontrado su producto ideal. Anímate a utilizar el maquillaje a tu favor.
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