Las uñas son mi asignatura pendiente, pero es algo que por alguna razón no consigo llevar arregladas de forma constante. Yo creo que lo mejor sería hacer costumbre, proponerme por ejemplo: el domingo por la mañana lo dedico a mis cositas de belleza, entre ellas… ¡las uñas!
Digo yo que así acabaría teniendo aunque fuera los lunes, martes y quizá los miércoles las uñas pintadas, luego el jueves, viernes y sábado ya veríamos pero oye, al menos mitad de la semana…
Y fortalecerlas, ¡uf!, eso sí que sería bueno. ¡Y cómo duele cuando se doblan!. La verdad es que las tengo demasiado flexibles y encima con tendencia a escamarse, así que o decido gastarme el dinero en productos para encontrar una solución al problema, lo cual con lo perezosa que soy acabarían esperando a ser utilizados aunque sea de vez en cuando. Creo que será mejor recurrir a remedios caseros y es que además sale más económico.
Esto de los trucos caseros es algo que me encanta. Teniendo el conocimiento sobre ellos, abres el frigorífico o la despensa y puedes encontrar soluciones a cosas dispares, pero claro, el caso es conocer dichos trucos.
Así que hoy casualmente que he aprovechado para comprar limones ya que me apetecía tener limonada hecha para los momentos de sed, he descubierto en una de mis biblias de belleza que ¡anda, los limones ayudan a endurecer las uñas!.
Parece ser que hay que introducir los dedos en un bol con agua y limón manteniéndolos así unos minutos. Aunque también funciona frotando un limón sobre los dedos, o incluso clavando las uñas en él.
Vaya, pues ahora en casa limones tengo unos cuantos… y oye, después de hacerme la limonada, antes de tirar los limones ¡podría frotármelos un ratito contra las uñas!... ¿a esto también se le llama reciclar, no?.
Por otro lado también he leído que picando ajo y agua, y haciendo una pequeña pasta y colocándola sobre las uñas, conseguirás que se endurezcan y que además te crezcan más rápido. Y ajo y agua malo será que no tengamos en casa.
Y por el olor a ajo no te preocupes, este truco que te voy a dar vale también para cuando estés cocinando y desees quitarte el olor a ajo de las manos:
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Pones los dedos debajo del chorro de agua sin frotar
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Después coges una cuchara (o algo metálico) y frotas los dedos contra ella, así el metal absorberá el olor a ajo
¡Es increíble pero funciona!
Pues nada, a ponerse a la tarea que estas uñas no se van a fortalecer solitas.
Imagen | Fing’rs, Christian González Verón, CarbonNYC
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