Trucos para verse más delgada, no para adelgazar (I)

Hay veces que a una le dicen eso de: “¡Pero qué delgada te veo!”. Y una, sorprendida e incrédula porque ha ganado algún kilillo (de felicidad, claro) dice: “¡Qué va, será la ropa!”.

Pues sí, efectivamente, la ropa puede hacernos “más delgadas visualmente” aunque en realidad sigamos en el mismo peso o hayamos cogido algo de volumen. La moda no sólo sirve para vernos más guapas, elegantes o vanguardistas, sino para favorecer nuestras formas. Así que, ¡vamos a aprovecharlo!

A continuación, te propongo varios trucos para que te veas más esbelta simplemente utilizando la ropa y los colores adecuados.

Los drapeados en tus zonas conflictivas son nefastos, potenciarán tus redondeces y parecerás más hinchada. Opta por prendas con caída.

Las gomas y elásticos de medias, leggins, pantalones y faldas no son buenos aliados. Muchas veces se nos clavan y potencian el michelín que ya tenemos. Elige bien la talla, y si aún así te siguen apretando, prueba a añadir una porción más de goma. Si lo tuyo no es coser, corta parcialmente en los laterales para disminuir la presión.

Las áreas problemáticas deben permanecer cubiertas. Si tus muslos, caderas, cintura, antebrazos o barriguita son los centralizadores de tu grasa de más, no los enseñes: la piel vista acapara todas las miradas. Por supuesto, si te da igual, adelante, enseña todo lo que quieras.

Cuando nos sobran unos kilitos tendemos a llevar camisetas o camisas holgadas por fuera de los pantalones o faldas. Prueba a meterlas por dentro de ellos, y a ablusarlas. Igual el efecto te sorprende.

Otro tip muy extendido es el de las rayas. Ya sabemos que las rayas horizontales nos hacen flaco favor (qué irónico lo de flaco). Mejor utilizar rayas verticales, y cuanto más anchas mejor.

Los vestidos camiseros son muy favorecedores. Recuerda dejar el último botón de abajo (al menos) desabrochado y subirte el cuello en la parte de la nuca para alargar tu cuello y tu talle en general.