Inquietantes nuevos datos como es inquietante este caso desde el inicio. Julia Faustyna, la joven polaca que dice ser Madeleine McCan, continúa su lucha por demostrar que ella es la niña desaparecida en el Algarve durante el verano de 2007 u otro caso parecido a pesar de no contar ni con el apoyo de la Policía, de su familia ni de la de Madeleine. Tan solo tiene el respaldo de la detective privada, abogada y médium Fia Johansson.
Ha sido precisamente esta última la que ha iniciado una investigación con nuevos hallazgos y unos primeros resultados que resultan, cuanto menos, reveladores. Fia Johansson asegura que no existe ningún registro médico de Julia durante sus primeros cinco años de vida, por lo que crecen las posibilidades de que efectivamente Faustyna fuera una niña raptada.
Recordemos que la familia tampoco quiso proporcionar datos ni fotografías a Julia acerca de sus primeros cinco años de vida. La actitud de su madre al pedírselas, de hecho, causó grandes dudas a la polaca e incluso llegó a pedirle una prueba de ADN que su progenitora (hasta que se demuestre lo contrario) se negó a hacerse. Incluso convence al resto de la familia para que tampoco lo hagan.
Ahora, tanto Johansson como Faustyna defienden que, de no ser Madeleine MacCann, Julia podría ser otra niña raptada en 2011 en Suiza: Livia Schepp. Según ha publicado el diario inglés 'The Sun', la polaca habría ya sometido tanto a la familia de la desaparecida como a ella misma a una prueba de genética para comprobar si su infancia vacía está relacionada con esta desaparición.
La médium ha garantizado que no va a parar hasta conocer "la verdad", motivo por el que se ha desplazado hasta Los Ángeles, donde dicen estar más seguras porque Julia Faustyna habría recibido amenazas de muerte. "Han llegado a poner precio a su cabeza", ha garantizado Fia Johansson ante los medios después de que la familia McCann bloqueara en redes a la polaca.
Fotos | @persianmedium / @iammadeleinemaccan
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