Un giro inesperado de los acontecimientos acaba de demoler por completo la reapertura pública del caso Madeleine McCann tras la aparición de Julia Faustyna, la joven polaca que aseguraba poder ser la niña desaparecida en Praia da Luz, Portugal, en el año 2007. Tras pedir un test de ADN a los padres y hacerse una cuenta en Instagram bajo el nombre "Yo soy Madeleine McCann", ahora admite no ser ella.
Con más de 1 millón de seguidores en Instagram y la movilización ciudadana de aquellos que la creyeron por las pruebas que presentaba comparando su parecido físico al de los padres de Madeleine, Faustyna ha admitido a través de la cuenta de su representante que no es Madeleine McCann.
Fia Johansson, médium y representante legal de Julia, ha sido la encargada de decir que la polaca ''quizás no es Madeleine McCann", alegando no estar segura del todo aunque presentando "evidencias" de que ha pasado algo "muy grave" en la vida de su representada por lo que han llegado a la conclusión de que sería "otra chica raptada" dada la poca transparencia de sus padres.
La vidente ha asegurado que sus intentos por demostrar que Julia Faustyna es Madeleine McCann también han cesado puesto que, para que pudieran hacerle una prueba de ADN junto a los padres de la niña e iniciar una investigación desde el país donde vive, sería la justicia portuguesa la que tendría que emitir la orden. Una excusa que no ha valido a la familia McCann, que ha optado por bloquear unilateralmente a ambas de sus redes sociales.
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