Que Palomo Spain está de moda no es nada nuevo, lleva estándolo varias ediciones y por esto se ha convertido en "the show to be". No hay nada como vestir a Beyoncé, romper con lo tradicional y convertirse en noticia para que todo el mundo quiera estar sentado en tu front-row.
Durante este fin de semana de Mercedez-Benz Fashion Week no hemos visto a muchas directoras de moda en las filas de los demás desfiles, pero Palomo Spain era un hervidero de perfiles influyentes de nuestro país.
¿Por qué todo el mundo quiere ver de cerca las creaciones del joven diseñador cordobés?
Domingo a las 22:00 horas: la cita para ver 'Wunderskammer', la nueva colección para la próxima Primavera-Verano 2019 de Palomo Spain. Después de 45 minutos de retraso y con mucho calor (sobre todo en el gallinero donde estaban de pie muchísimos invitados, incluidos algunos de sus "alumnos" de 'Maestros de la Costura') daba comienzo la música y con ella la acción.
Pedro Almodovar, Rossy de Palma, Paco León, Raquel Sánchez Silva, Samantha Vallejo Nágera, Casey Spooner, Anna Castillo o Brays Efe eran algunos de los invitados VIP que ocupaban las cientos de sillas ubicadas entre osos panda, monos y bajo el gran esqueleto de ballena rorcual.
Todos estábamos atentos para ver cómo sería Palomo Spain después de su premio de 100.000 euros otorgado por la revista Vogue hace tan sólo unos meses, publicación que bebe los vientos por sus creaciones. Y es que con dinero, las cosas se suelen hacer mejor, o al menos eso parece desde fuera.
El desfile comenzó con un ritmo lento pero, al contrario que otros desfiles de nuestro país, esto no llevó al aburrimiento. La teatralidad de las prendas de Palomo consiguió distraernos en cada momento, llevándonos incluso a la reflexión... Y sino siempre quedará echar el ojo para ver con qué personaje invitado sorprenderá en esta edición (¡Cómo olvidar a Lindsay Lohan la pasada!).
Pero lo que está claro es que todo lo que sube puede bajar y sino que se lo digan a los Alvarno, uno de los desfiles más cotizados hace tan sólo unos años con una convocatoria de lo más exquisita y en esta edición, ni siquiera desfilan.
"Palomo Spain se nutre para esta temporada de referencias estéticas de mundos lejanos donde destaca una naturaleza exótica de carácter único personificadas en el personaje del explorador inquieto".
Esto es lo que la nota de prensa del diseñador traslada al sector para explicar su colección y lo cierto es que el hilo conductor lo vimos, está ahí, no se puede negar que la temática estaba bien trabajada.
Todo se paró cuando las luces se vinieron abajo por un fallo técnico, resuelto en cuestión de segundos gracias a la solidaridad de ese público entregado con el que cuenta. Todo el mundo encendió las linternas de sus móviles para alumbrar a los modelos. Ese es el efecto que provoca Palomo.
Aun así, a pesar de la puesta en escena espectacular (se agradece salir de IFEMA), ninguno de los diseños consiguió hacer que sacara mi móvil. Al fin y al cabo, por muchos invitados VIP y storytelling que tengas, lo importante es la colección.
Y esto de las notas de prensa, las inspiraciones y los tejidos utilizados, lo mejor de la propuesta, se queda en nada cuando sales del desfile y sólo recuerdas el look que abrió la pasarela del desfile de Valentino Alta Costura de la temporada Primavera-Verano 2018. Y ¿por qué? pues porque ha salido un modelo con algo tan parecido que la mente, muy sabia, relaciona casi al segundo. Porque nos dedicamos a esto y sabemos perfectamente por donde va cada prenda.
Y como estamos acostumbrados a ver mujeres influyentes vestidas de Palomo Spain, Eugenia Silva una de las más recurrentes, el diseñador ha querido hacerles un guiño con unas salidas, las últimas. Vestidos realmente estilosos, pero que vuelven a quedar en segundo plano al recordarnos demasiado ese caminar y todo en general de las modelos negras tan "amigas" del triunfador Jacquemus.
Por lo que después de mi primer desfile de Palomo Spain (en vivo) sigo pensando que está sobrevalorado. Negar que es original sería algo absurdo, aunque tampoco tanto, ya en el Siglo XVIII los hombres en nuestro país llevaban chaquetas brocadas en dorado con grandes botones y camisas con chorrera de color blanco.
No me emocionó en exceso, no me pareció ver una evolución grandilocuente con respecto a sus anteriores propuestas y, sobre todo, sigo sin saber si realmente quiere generar negocio vendiendo a mujeres, a hombres o a los dos géneros.
Ahora dice que vestir a la Reina Letizia no le haría ilusión, pero ¿crees que ella podría decantarse en alguna ocasión por alguna de tus creaciones? Esto tendríamos que preguntárselo a Su Majestad.
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