El género de la ciencia ficción es tan amplio que es una pena dejar que los prejuicios puedan hacer que acabemos perdiéndonos una gran película. Y, en este caso concreto, la que es una de las películas más conmovedoras y bonitas del cine. De hecho, consiguió el premio Óscar a la mejor película de animación en 2009. Hablamos de 'Wall-E', uno de los grandes títulos que Pixar le ha dado el mundo.
A la hora de decidir ver 'Wall-E' hay que enfrentarse a dos prejuicios: el primero, los que mucha gente tiene sobre el género de la ciencia ficción. El segundo, el pensar que una película de Pixar y de Disney es solo para público infantil. En especial, esta obra de animación del año 2008 destaca por su despliegue técnico y por tener una narrativa innovadora, además de por su emotiva reflexión sobre la naturaleza humana y el futuro de la humanidad.
'Wall-E' es una historia de amistad entre robots, ambientada en un futuro distópico. Siendo así, bebe de referencias de clásicos como '2001: una odisea en el espacio', 'E.T.' o 'Alien, el octavo pasajero' para convertirse por derecho propio en otro icono que se añade a la lista.
También bebe mucho del cine mudo por su falta de diálogo durante gran parte del metraje. Su protagonista es Wall-E, un robot curioso y de gran corazón que trabaja limpiando la Tierra de la basura con la que la devastaron los seres humanos antes de abandonarla.
Mientras realiza un trabajo tan solitario y mecánico, anhela conocer a alguien que le haga despertar los mismos sentimientos que conoce a través de un vídeo que se pone todas las noches antes de dormir. Entonces aparece Eva, que llega al planeta en busca de signos de vida que puedan permitir al ser humano regresar al planeta.
A partir de este momento vivirán una aventura que cambiará el destino de ambos para salvar a la naturaleza y a la humanidad. Todo como excusa para hablar de fondo de temas tan diversos y trascendentales como: el amor, la amistad, la superación personal y, sobre todo, hacer una brutal crítica al ser humano.
Una auténtica obra maestra de la animación y de la ciencia ficción firmada Andrew Stanton, que también es responsable de otro título tan icónico como 'Buscando a Nemo'. Sin embargo, es en 'Walle-E' donde de verdad consigue lo imposible de hacer un film en la que los adultos y los niños ven dos películas distintas.
Fotos | Pixar
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