No es nada nuevo, los bolsos y zapatos siguen siendo los objetos de deseo por excelencia de la mayoría de las mujeres. También es sabido que son el motor económico de muchas casas de lujo mundialmente conocidas y que en muchos casos una pieza especial se puede revalorizar con el paso de los años. Lo cierto es que los bolsos de piel se han convertido en un icono de nuestro país, donde se fabrican los más prestigiosos de todo el mundo llegando a tener una facturación de 2.023,42 millones de euro* s en el último ejercicio según ASEFMA, pero ¿qué diferencia hay entre un bolso y otro?
Si investigamos un poco el sector de la marroquinería en el mundo podemos apreciar que es uno de los pocos donde las grandes cadenas de moda no han podido atacar con gran firmeza. Los bolsos sintéticos todavía no han conseguido competir directamente con los fabricados en piel y es que el valor percibido de ambos no tienen nada que ver. Algo que por ejemplo en la ropa es mucho más complejo de diferir. Pero está claro que hay bolsos de calidad de muchos precios y calidades ¿cómo podemos diferenciarlos?
La imagen de marca
Lo primero de todo a la hora de ver el precio y la calidad de un bolso es entender que en muchas ocasiones las marcas juegan un papel fundamental en esta combinación. Un bolso puede valer mucho más simplemente por llevar un logo o venderse en una boutique de cualquier casa con nombre. Esto es perfectamente entendible, aunque no quiere decir que esa pieza sea de más calidad que algunas piezas más baratas, ya que muchas se confeccionan en los mismos talleres.
Lo que no se puede negar es que el gran volumen de producción de estas marcas les permiten obtener pieles de primera calidad a mejor precio y también la creación de piezas, fornituras y demás adornos hechos a medida que aportan muchísima sofisticación y originalidad a la pieza final. Por lo que cualquier bolso que vale más de 1.000 euros debería cumplir con todos los siguientes requisitos. Si encontráis bolsos por menos dinero que también los cumplen no os alarméis, es perfectamente posible, pero la firma probablemente no sea tan reconocida y los márgenes serán muy diferentes.
La piel
En el mercado podemos encontrar pieles de diversos animales y diversos precios, desde las más baratas de cerdo hasta las más caras de animales exóticos como pueden ser el cocodrilo o la avestruz. La piel vacuna es la que más se suele utilizar y aquí también hay muchas diferencias de precio, desde el serraje que utilizan muchas firmas económicas hasta la piel flor (la primera capa del animal) con las que suelen utilizar las marcas de primera.
Lo que hace que una piel sea más barata que otra normalmente suele ser las capas de productos que lleva encima para conseguir un acabado más perfecto. Las más baratas, las que más capas de productos químicos llevan para conseguir un acabado liso y sin ninguna imperfección característica de los animales. Las mas caras, las pieles menos tratadas y más naturales, estas suelen tener más imperfecciones por lo que el aprovechamiento de la misma es mucho menos, generando más sobrantes e incrementando el precio final de producción.
Los animales exóticos producen las pieles más exquisitas, el diamante de la marroquinería. Todos ellos deben contar con certificado CITES que acompaña al bolso hasta la venta, aunque como en todo también hay mercado negro en el que se saltan todos estos pasos para conseguir un precio más económico. El aprovechamiento de estos animales suele ser bastante complicado debido al pequeño tamaño de los mismos y los defectos que suelen tener de la trayectoria de vida.
El corte
Desgraciadamente una piel no se puede cortar de manera automática como por ejemplo una tela que se sirve en rollos perfectamente medidos. Hay que hacer una disposición manual de cada pieza del bolso en cada una de las pieles que se compren para una producción. Esto hace que los bolsos de piel no se puedan automatizar todo lo que quisieran las tiendas que venden precios bajos.
El corte se puede hacer por láser o también a mano, como normalmente se suele hacer si las fábricas no tienen un gran desarrollo en i+D+I. Por lo que lleva mucho tiempo el corte de cada una de las piezas que componen el bolso.
Las puntadas
Es algo en lo que no nos solemos fijar, pero que denota la calidad del producto. La firma Hermès es una de las más caras del sector y sus puntadas son manuales y con un solo hilo, si se rompe vuelven a comenzar con la confección.
Cuanto más pequeñas sean las puntadas más coste de producción tiene, por lo que la calidad es mucho mayor. Si por el contrario encontramos puntadas más grandes y desiguales el tiempo que han estado cosiendo ese bolso es mucho menor, por lo que sería más barato. También es importantísimo que todas las puntadas midan la misma distancia.
El lujado
Los cantos de los bolsos se pueden acabar de diversas maneras, cosido y vuelto y lujado son los acabados más comunes. El de mayor calidad sería el que lleva un lujado que es cuando los cantos de la piel están cortados a sangre y se termina con una pintura con algo de pegamento que sella la pieza y en ocasiones también forma parte del diseño con diferentes colores. Este acabado o remate puede tener varias capas que se han de secar tras cada aplicación, por lo que cuanto más consolidado y perfecto la calidad es mucho mayor.
Los lujados de los bolsos de mala calidad se levantan fácilmente con el uso y se pueden ir despegando como si se tratara de una tira de plástico, algo que nunca ocurrirá con un lujado de calidad ya que cada capa se ha sellado de la manera más correcta posible.
Las fornituras
Las fornituras es otro de los elementos de diferenciación en un bolso. Llamamos fornituras a todos los elementos que llevan de adorno como pueden ser los tiradores, las cadenas, los ojetes y demás piezas decorativas. En el mercado podemos encontrar infinidad de opciones con precios muy diferentes, desde los de plástico con acabados metálicos que simulan el oro o el níquel, hasta metales más valioso y con acabados más resistentes.
A simple vista puede ser complicado diferenciar unas fornituras buenas de otras malas, pero el peso suele ser una de las grandes pistas que nos ofrecen estas piezas. Normalmente las de calidad suelen tener más aplomo y peso que las que son de materiales peores que tienden a no pesar demasiado. Esto mismo ocurre con las cadenas, que aunque todas las marcas tienden a conseguir calidad sin mucho peso las que no tienen consistencia suelen relacionarse con los bolsos más baratos.
Las cremalleras
Normalmente los bolsos tienen dos cremalleras diferenciadas, las interiores y las exteriores. Las exteriores suelen estar mucho más cuidadas ya que son las que se ven, pero las interiores si dicen mucho de un bolso. Las más baratas son las de plástico, esas suelen relacionarse con las confecciones más baratas e internacionales, es decir las que se hacen en países asiáticos. Los buenos bolsos suelen contar con cremalleras de metal o metal pulido, las más caras, con las cintas de las mismas a tono de los forros de interior.
Que la cremallera lleve la cinta exactamente del mismo color también nos informa de que el bolso es de mucha calidad ya que se ha teñido en exclusiva para esa producción y no se ha contado con una cremallera disponible en en un stock global.
Los interiores
Para terminar es importantísimo ver los interiores de los bolsos. Es cierto que es mucho menos importante que el exterior, pero lo que está claro es que en estos detalles está el precio final. Podemos encontrar bolsos con forros textiles de diferentes calidades desde poliésteres hasta algodones o viscosas y también interiores en piel para los bolsos más lujosos.
Últimamente entre las marcas más famosas se ha puesto de moda los tejidos personalizados con logos dejando la piel para los bolsos más especiales ya que son mucho más fáciles de mantener en perfecto estado y lleva la impronta del logo una vez abres el bolso.
Fotos | Chanel Dior Gucci Tita Madrid
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